Obtener suficiente cantidad de una buena variedad de opciones alimentarias es importante para el desarrollo intelectual de un niño. En este sentido, el desayuno tiene una particular importancia, porque los niños pueden sentirse fatigados, somnolientos y desmotivados cuando el desayuno es muy pequeño o cuando no comen nada.
El desayuno debe ser una mezcla de alimentos variada, pero para que tenga las mejores cualidades nutricionales, debe incluir: un lácteo, por ejemplo leche descremada o yogur descremado, y una porción de pan con agregado, que puede ser palta, jamón de pavo, quesillo o mermelada. Otra opción es reemplazar el pan por ½ taza de cereales para el desayuno (elegir los no azucarados), una fruta o jugo de fruta natural (cualquier variedad).
Las colaciones no deben superar las 100 o 150 Kcal, por lo tanto debe ser saludable. Una fruta o un yogur cubrirán la cantidad de calorías necesarias para la colación y el origen del nutriente va a ser el adecuado. Tenga en cuenta que los alimentos deben distribuirse a lo largo del día para que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios en función de sus exigencias.
Que los niños coman sólo lo que les gusta es una mala práctica nutricional. En el plan de comidas de un escolar debe haber una presencia de alimentos ricos en proteínas de origen animal, evitando grasas saturadas: lácteos descremados, carnes como pollo, pescado, pavo y vacuno sin grasa, huevos, en equilibrio con alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, verduras y frutas. Los alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, legumbres) son imprescindibles por su aporte de energía y deben formar parte de las dietas habituales de los escolares, en proporciones razonables para cada edad.
Una buena idea es variar las formas de preparación de los alimentos utilizando distintas opciones culinarias, como asados, hervidos, a la plancha, guisados, y no abusar de las frituras. Evite el consumo de bebidas gaseosas y snacks, como papas fritas o galletas envasadas, y recuerde que el agua es la mejor bebida.
Carolina Maragaño Lizama.
Directora Escuela de Nutrición y Dietética
Universidad Santo Tomás Puerto Montt