En la obra, situaciones del día a día nos invitan a conocer la intimidad y fragilidad de los personajes, el heroísmo diario de un minero del carbón, y la incondicional espera e incertidumbre de la mujer, al no saber si su marido volverá. Se trata de una historia olvidada por la Historia, o enterrada en lo más profundo de las minas del carbón, inmersa en un verdadero silencio negro.
Silencio Blanco hace una re lectura del cuento “El Chiflón del Diablo” de Baldomero Lillo, plasmando la humanidad de los personajes en marionetas blancas de papel, que no hablan, narrando desde el gesto en movimiento y un universo sonoro sin texto. El espectador convivirá con este silencio, otorgándole un sentido a la historia desde su experiencia.