Lorena Riffo
Nutricionista, Docente Escuela Nutrición y Dietética, Universidad Santo Tomás
Lo primero que debemos considerar es que no existe ninguna receta magistral que nos permita obtener ese delgado y tonificado cuerpo que nos prometimos conseguir al inicio del año, porque definitivamente ya no le dedicamos el tiempo necesario realizando actividad física y, los “mañana empiezo la dieta” sólo fueron un una frase cliché.
Frente a este escenario debemos ser optimistas pero realistas, que quiero decir, que siempre podemos mejorar nuestra condición desde un punto de vista de hábitos en forma progresiva, pero nunca poder bajar los kilos que teníamos considerados en un tiempo relámpago como lo prometen muchas dietas y tratamientos de moda. No no se debe tranzar el poner en riesgo nuestra salud por un tema de kilos.
Por lo que recomiendo incorporar a tus hábitos alimentarios estos sencillos consejos, que te ayudaran a sentirte más segura y quizás con unos kilitos menos para este verano
Desayunar: es la base de nuestra alimentación, recordemos que con un buen desayuno estamos rompiendo un ayuno de muchas horas mientras dormimos, por lo que es el combustible para poder empezar nuestra jornada laboral y/o estudiantil. Acompáñalo siempre de frutas o jugos de fruta natural, un lácteo siempre descremado y un cereal alto en fibra y sin azúcar, en el caso de que elijas pan prefiere integral y solo la mitad.
Comer frutas y verduras: siempre es importante incorporarlas a tu alimentación en forma diaria, la recomendación ideal es de 5 porciones diarias entre ambas. En el caso de las frutas pueden incluirse al desayuno, como colación o postre, idealmente no consumir más de una taza por vez, y tratar de sacarles el mayor partido a las frutas de estación cerezas, sandía, melón, ciruelas, duraznos, etc.
Para las verduras, siempre es una buena opción una ensalada colorida y fresca, también se pueden incorporarlas como agregado en el pan (tomate, lechuga, porotos verdes, etc.), o en preparaciones como budines y acompañamientos.
Respeta los horarios de comida: siempre es importante respetar los horarios de comida y evitar los ayunos prolongados (más de 4 hrs. sin comer), esta es la clave para controlar la ansiedad y muchas veces sub estimar nuestras ganas de comer. Siempre es bueno contar con colaciones saludables, para enfrentar jornadas extensas y no recurrir a los golosinas.
Tomar agua: consuma idealmente 2 litros de agua diarios. Para poder cumplir con esta recomendación siempre es bueno contar con una botella que nos facilita su acceso. Y si nos aburrimos del sabor, siempre se puede acompañar de trozos de frutas de preferencia cítricas y/o considerar preparar té helado con algunas gotas de endulzante.
Actividad física: hay que tener claro que el principal problema del exceso de peso, es porque ingerimos muchas calorías y no las gastamos. Por lo que debemos empezar a movernos, dejemos los ascensores y subamos escaleras, saquemos a pasear a nuestras mascotas, bailemos, caminemos por la costanera, vayamos al gimnasio, etc. Lo importante es mantenerlo en el tiempo y que forme parte de un hábito.