Un periodo de conversión, para revisarse interiormente y proponerse algunas acciones concretas que lo lleven a darse un tiempo para superar los desafíos personales propuestos en la reflexión.

Para muchos jóvenes el término Cuaresma les es desconocido, lejano,  no le otorgan  ningún sentido ni importancia, seguramente para ellos es más familiar atribuirle significancia a las piedras (de colores), a los atrapa sueños, inciensos, mandalas, velas de colores, gato de la suerte,  cartas, etc. Y Cuaresma vendría a ser una palabra usada por sus abuelitos o familiares “antiguos”. Efectivamente es una tradición antigua, y en tiempos de antaño habían costumbres muy exigentes que iban más allá de ir a las misas correspondientes, sino que pasaban por hacer verdaderos sacrificios, y   terminaban en Semana Santa donde no se podían hacer ruidos fuertes, ni escuchar música, se vestía de oscuro, no se comían carnes rojas, en TV solo pasaban películas relativas a la vida y muerte de Jesús u otros Santos. Sin embargo esto se ha modificado bastante, a veces mucho para mi gusto, pero  en la libertad que cada uno tiene sigue estando la posibilidad de quedarse con aquellas costumbres o tradiciones que son significativas para cada uno.

Desde mí perspectiva, simplemente me gustaría que el termino Cuaresma lo entendiera, la sociedad actual, como un periodo de conversión, una oportunidad de revisarse interiormente y proponerse algunas acciones concretas que lo lleven a darse un tiempo para superar los desafíos personales propuestos en la reflexión. Si esta práctica la pudiéramos instalar todos, no solo los que creemos en Cristo, sería fantástico…afloraría el bien, de alguna manera renaceríamos todos a algo mejor.

De acuerdo al calendario litúrgico, la Cuaresma comienza con el miércoles de ceniza y culmina el Jueves Santo con la Última Cena. Quizás en algunas misas durante este periodo habrán escuchado que Cuaresma es una OPORTUNIDAD para ser solidario, perdonar, reconciliarnos, y tantas otras cosas que podemos mejorar y de esta acompañar a Jesús en su tiempo de retiro.

 

Patricia L.Sánchez Fuentealba

Directora de Formación e Identidad

Instituciones Santo Tomás