Este año fue la propia comunidad que -a través de las redes sociales de la Seremi de Salud- nominaron y eligieron a aquellos negocios locales de la provincia de Chiloé que han propiciado e implementado políticas de atención amigables con las madres que amamantan.
Es así como los elegidos este año fueron el Restaurante Mitos de Quellón y el Café Blanco de Ancud, hasta donde llegó la seremi de Salud Scarlett Moltt para entregar el sello que reconoce a los locales como “Espacio Amigo de la Lactancia Materna”.
En este lugar la autoridad se reunió con la dueña del local y con el equipo de salud comunal,destacando el trabajo que se ha realizado en Chiloé, ya que esta provincia registra el más alto indicador de Lactancia Materna Exclusiva con un 66%, superando al resto de la región y también explicó que esta iniciativa de reconocimiento surgió desde el Comité Regional de Lactancia Materna, en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia 2018.
La seremi agregó que si bien estas instancias indudablemente son motivo de orgullo, “se debe recordar a la población que la lactancia materna exclusiva es una de las acciones fundamentales para el desarrollo de niños y niñas. En el gobierno de nuestro Presidente Sebastián Piñera los niños están primero, por lo tanto todas las acciones que favorezcan el desarrollo de la infancia con todas las garantías en salud y para cubrir sus necesidad van a ser fomentadas”.
En tanto, la dueña del Café Blanco de Ancud, Paloma Idini, se mostró muy contenta y agradecida con este reconocimiento y manifestó que “siempre hemos estado apoyando a las familias y estas iniciativas nos parecen muy bien. Agradecemos a la comunidad, quienes votaron por nosotros y estamos muy contentos con que se reconozcan las pequeñas delicadezas que tenemos para apoyar la lactancia y la crianza en general, ya que este es un negocio con ambiente familiar”.
Desde el Comité Regional de Lactancia Materna destacaron que la realización de estos reconocimientos reflejan un compromiso institucional por reconocer la lactancia y las buenas prácticas que pueden desarrollar actores externos al sector salud son de relevancia e impacto para la comunidad, ya que estimulan el avance hacia la cultura de protección de derechos en espacios públicos para las madres que amamantan y sus hijos.