El Intendente Jürgensen explicó que “hay intenciones de buscar apoyos para organizarse de tal forma que ellos mismos puedan tener la capacidad de integrarse en una industria propia que procese las algas, especialmente el Pelillo, y puedan incursionar en el mercado de exportación, son temas de largo plazo, pero hay que analizarlos”.
El Intendente de la Región de Los Lagos, Harry Jürgensen, junto a los gobernadores de las Provincias de Llanquihue, Leticia Oyarce y Chiloé; Fernando Borquez, y representantes de diferentes servicios, encabezó la reunión con dirigentes algueros de la región para conversar sobre las principales problemáticas que tienen los recolectores y agricultores de algas.
Tras el encuentro, el Intendente señaló que “tocamos múltiples temas, sin embargo el principal fue el de la comercialización de sus productos. Nos han informado con antecedentes que el año 2016 tenía un precio cercano a los 100 pesos, el año 2017 el precio fue cercano a los 80 pesos y la intención es bajar ahora ese precio a 60 pesos. Frente a eso, ellos no quieren la disminución de sus ingresos, quieren mantenerlos y al parecer tienen poca fuerza para poder comercializar, para poder negociar una mejor posición de precio”.
Ante la problemática, Jürgensen explicó que “hay intenciones de buscar apoyos para organizarse de tal forma que ellos mismos puedan tener la capacidad de integrarse en una industria propia que procese las algas, especialmente el Pelillo y puedan incursionar en el mercado de exportación, son temas de largo plazo, pero hay que analizarlos”.
La máxima autoridad regional mostró preocupación “por la baja de precio del Pelillo especialmente. Nos preocupa que cada cierto tiempo los algueros tengan que luchar de alguna forma para obtener una mejor condición de precio. Vamos a analizar todo lo que conocimos de este tema para ver si existe alguna posibilidad para resolver esto ojalá de forma definitiva, porque todos los años cuando empieza la temporada hay discusiones de precio, de calidad, que realmente tensionan a la región, porque son 7 mil las familias algueras que viven de la recolección y agricultura de algas”.