En el último tiempo hemos visto como en las zonas urbanas se ha incrementado el uso de la bicicleta como medio de transporte entre el domicilio y los lugares de trabajo, estudio, centros comerciales, etc. Esto, debido a que nos hemos dado cuenta de los múltiples beneficios que tiene su uso, partiendo del económico, ya que, para su desplazamiento solo se requiere la motivación y fuerza humana. La velocidad y traslado en las áreas urbanas, en muchos casos, no tienen nada que envidiarle a un vehículo a combustión y además es de fácil estacionamiento.
La bicicleta también aporta beneficios a la salud, ya que al ser un ejercicio físico, ayuda a reducir el sobrepeso, mejora la capacidad cardio- respiratoria y física en general, esto sin lugar a dudas, ayuda a prevenir en las enfermedades recurrentes en nuestro país, como son las cardiacas y la diabetes, entre otras. Sin embargo, es necesario tomar medidas para una conducción responsable como el usar en todo momento casco, espejo retrovisor, pechera reflectiva, usar luces y evitar el uso de auriculares (dado que dificulta la atención a las condiciones de la vía) y siempre respetar las normas del tránsito.
La bicicleta se ha convertido en un medio de transporte sostenible, y en uno de los ejes principales en la lucha del cambio climático, debido a que su uso disminuye las emisiones de gases del efecto invernadero (GEI). Dentro de este contexto, la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU busca erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas. El desarrollo humano sostenible estableció 17 objetivos y la bicicleta a lo menos colabora con cinco de ellos, tales como: fuente de salud y bienestar para quien la usa, ser una energía asequible y menos contaminante como es la tracción humana, movilidad inteligente y no contaminante, que genera una ciudad y comunidad inteligente, incentivar una distribución responsable de productos o servicios y además contribuye con la disminución de los gases de efecto invernadero.
Para seguir estimulando su uso, es necesario incrementar y mejorar la cantidad de vías exclusivas, también llamadas «ciclivías», aumentar estacionamientos seguros, y que las empresas incentiven a sus trabajadores a utilizar este medio de trasporte amigable con el medio ambiente.