La primera exportación de abejas reinas desde la región de Los Lagos, y la más austral de Chile, certificó el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, tras concretarse de manera exitosa el envío de 260 kilos de abejas al mercado de Canadá.
Junto a las abejas, viajaron 260 abejas reinas, todas de raza cárnica (negra), conocida por su mansedumbre, alta productividad y adaptación a bajas temperaturas.
Daniel Obando, apicultor del sector Cruce La Paloma, comuna de Los Muermos, gestionó el envío de las abejas con el apoyo de la empresa Honey Group Chile Spa. “Las abejas reinas fueron fecundadas en enero y febrero de este año. Es una abeja originaria de Austria, muy mansa, muy productora de miel y resistente a inviernos helados. Esas son las características que buscan los canadienses. Ellos tienen otra variedad que es la abeja italiana (amarilla) que es una raza más delicada a las bajas temperaturas y de menor producción”, comentó. “Geográficamente son las reinas fecundadas y criadas más al sur de Chile. Tuve un año para prepararme. Mi objetivo es que sean buenas reinas y que sean bien acogidas en el hemisferio norte, su nuevo hogar. Que la abeja de Chile salga con el mejor estándar de calidad posible y de acuerdo a las exigencias sanitarias que fija el país de destino”, enfatizó el apicultor.
El envío se realizó en 4 jaulas donde cada una portaba 65 envases circulares. En su interior, cada paquete contenía entre 9 mil y 10 mil abejas más una reina que viajaba en una caja aparte. También, se incorporó un sistema de alimentación en base a azúcares para que pudieran alimentarse durante el transporte.
Una vez con certificación sanitaria y sello SAG, el cargamento salió desde el sector Cruce la Paloma, en Los Muermos, en un camión con destino al Aeropuerto Arturo Merino Benítez en Santiago, donde viajaron vía aérea hasta su destino final, la ciudad de Toronto, en Canadá.
Según explicó el Director Regional del SAG Los Lagos, Eduardo Monreal, la exportación de abejas reina es una nueva oportunidad de negocio para los apicultores nacionales. “El interés de los canadienses por estas abejas sureñas se debe a factores como calidad genética, adaptación a cambios climáticos y rápida producción de crías en primavera”, acotó.
Proceso previo al envío
Para realizar una exportación de este tipo, Eduardo Monreal, sostuvo que lo primero es estar registrado como apicultor en el SAG y luego, declarar anualmente el número de colmenas y apiarios.
“Cumplido todo lo anterior, se debe presentar en Oficina SAG una Solicitud de Inspección para la Exportación de tal modo que acuda un médico veterinario institucional a realizar una inspección del apiario, de las colmenas y de la toma de muestras para realizar análisis sanitarios que exige el país de destino”, acotó Monreal.
Particularmente Canadá exige una inspección visual para detectar signología clínica de las enfermedades Loque Americana y Loque Europea. Además, se toman muestras para descartar presencia de varroa.
Los preparativos del viaje
Una vez realizados los procesos sanitarios de rigor, comenzaron los preparativos del envío. Lo primero fue seleccionar a las 260 abejas reinas de mayor calidad (tamaño) y envasarlas en jaulas individuales y con alimento para sobrellevar el transporte y las horas de viaje. Lo segundo, comenzar a vaciar los marcos de abejas en un tubo plástico con orificios que también contenía un sistema de alimentación en base a azúcares y resguardar que la cantidad de abejas no superara el kilo, para tener un control de la temperatura interna y evitar la deshidratación de los ejemplares.
“En este tipo de envío, normalmente sólo las abejas reinas viajan con alimentación. No obstante, el apicultor colocó alimentación al resto de las abejas considerando el viaje terrestre desde Los Muermos a Santiago y así evitar horas de ayuno adicional que las abejas de los apicultores de la zona central no experimentan”, explicó el Director Regional del SAG.
Para la segunda quincena de abril está previsto un segundo envío de abejas, de similar volumen, al mismo destino.