Con éxito se realizó la primera neurointervención endovascular con diversor de flujo a una paciente adulta mayor en el Hospital Puerto Montt (HPM) con un aneurisma intracraneano grande. El procedimiento consistió en un cateterismo de una arteria del cerebro: la arteria vertebral derecha, de forma selectiva a través de la ingle con un catéter, que es una especie de tubo plástico, el cual se sube hasta el cerebro para instalar una malla intravascular que sella finalmente el aneurisma de la arteria.
Los aneurismas (dilatación, ensanchamiento o protuberancia en una arteria) y en general las patologías neurovasculares son frecuentes en la zona sur del país. Y el caso al cual se le practicó el tratamiento era complejo porque se trataba de una paciente de 77 años, hipertensa de larga data, lo que hacía que el ascenso, es decir, subir con el catéter hasta el aneurisma no fuese una tarea tan fácil.
El Dr. Arturo Alonso, médico especialista en Neuroradiología Intervencionista, explicó que la prótesis usada tiene las características de una malla con celdas estrechas, provocando diversar el flujo de sangre dentro de la malla, del anglosajón flow diverter. En este caso se utilizó el diversor de flujo Phenox P64, por lo que no es como las mallas tradicionales que se usan en las arterias de las extremidades o del corazón.
“Lo que esto hace es disminuir el flujo hacia el aneurisma, o sea cubre el cuello, punto donde nace el aneurisma y hace que el flujo pase por dentro de la endoprótesis diversora de flujo. Luego el cuerpo hace que la malla sufra un proceso de ‘endotelización’, donde se crean células endoteliales de la capa más interna de las arterias, cubriendo progresivamente la malla y logrando que sea parte de la pared de la arteria; como si la absorbiera. Y eso es positivo porque con esto se ocluye definitivamente el aneurisma”, detalló el Dr. Alonso.
Primera paciente en la zona
La Sra. María Irma Asencio Soto (77) y madre de cuatro hijos, habita en una zona rural junto a su familia en la localidad de Olmopulli en la comuna de Maullín, región de Los Lagos. “En noviembre de 2018 estuve hospitalizada, tras detectarme el aneurisma el Dr. José Luis Cuevas. La resonancia arrojó que tenía un globito entre dos arterias y si ese globito llegaba a reventar, bien que se va la persona (muere) o queda con secuelas”, relató la Sra. María Irma.
“Ojalá y Dios quiera que siga bien; que no tenga ningún problema. Estoy muy agradecida de mis doctores y los felicito porque también fui la primera persona en recibir esta intervención en el HPM. Soy la primera”, remarcó.
“Y encuentro que fue rápido porque ahora ya en marzo de 2019 me hicieron el tratamiento endovascular muy bien atendida por todos y muy buena gente mis médicos, como ocho en total así como los auxiliares y lo encontré muy bueno, porque todo el personal anduvo muy rápido. Estoy muy contenta, muy agradecida de los médicos y de todo el personal del Hospital”, comentó la Sra. María Irma.
Alta complejidad
Al respecto, la Dra. Andrea Pérez, especialista en Neurorradiología destacó el hecho que “el HPM siendo un centro de derivación compleja implica que todos los días veamos pacientes con patologías neurovasculares ya sea traumáticas, disecciones, malformaciones vasculares, aneurismas, etcétera. Y diría que, en el fondo, es como una característica de nuestra región que existan más patologías neurovasculares que en otras zonas”.
Y ello no es menor, dado que al HPM por ser polo de desarrollo neuroquirúrgico se derivan pacientes de Chiloé, Coyahique, Punta Arenas, entre otras zonas.
“También evitamos enviarlos a otros centros de salud (Temuco – Santiago) porque los pacientes con hemorragia subaracnoidea tienen alrededor de un 30% de posibilidad de presentar vasoespasmos y por eso realizamos tratamientos como angioplastias intra-arteriales farmacológicas de forma frecuente, entonces poco a poco hemos ido avanzando”, agregó la Dra. Andrea Pérez.
En tanto, el Dr. Benjamín Abarca, jefe de la Unidad de Neurocirugía del HPM, comentó que, “si bien es cierto que todas son técnicas que ya existían en el mundo hay que adoptarlas, aprenderlas y desarrollarlas para el beneficio de nuestros pacientes. Lo que estamos haciendo en el sur de Chile es lo mismo que se está haciendo en Santiago, en el sector público y privado. Y de eso se trata, de ofrecer a los pacientes del sur de Chile una resolución para una patología compleja pero acá. Con todo lo que significa en equidad, justicia y oportunidad, es decir, todo lo que uno quiere para un paciente”, añadió el Dr. Abarca.
“Desde que empezamos con neurocirugía muy pocos pacientes se trasladan, pero ahora menos, porque cada vez que aparece una tecnología nueva somos de los primeros en adoptarla. Ello implica más que nada insumos, porque siempre todas las tecnologías requieren que las personas estén entrenadas o especializadas y todas estas patologías neurológicas o neuroquirúrgicas, felizmente, son AUGE o GES, así que están cubiertas”, detalló el Dr. Abarca.