A través de una política de puertas abiertas, la planta de molienda de conchillas de mejillones, Cal Austral, transparenta los procesos que se realizan durante su funcionamiento para reducir las emisiones generadas de su materia prima. La que es de origen 100% natural y que se transforma en cal agrícola, un recurso de gran valor para la recuperación de las mismas tierras de Chiloé y así constituye un ejemplo de economía circular muy beneficioso para todos.
James Muspratt, Gerente General de Cal Austral, señaló tener la disposición para que la comunidad pueda constatar en terreno el trabajo que se realiza en la planta: “Tomamos muy en serio el problema de los olores y es un desafío para nosotros. Todo nuestro capital siempre lo hemos re-invertido en la operación de nuestra planta, las inversiones que estamos haciendo son justamente para mitigar los olores, lo que encontramos necesario informar a puerta abierta para cualquier consulta. Sentimos que es la mejor forma para dar a entender a la comunidad que somos parte de la solución para los vertederos, no parte del problema”.
En Chile hay cuatro plantas procesadoras de conchas autorizadas, pero sólo Cal Austral cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA). La empresa recicladora tiene un acuerdo contractual con las plantas de procesos de choritos para recibir los residuos, los que deben llegar sin restos de materia orgánica discernibles para ser aceptados.
Para corroborar el cumplimiento de este requisito se hace un muestreo de tres partes de cada camión con conchilla que llega a la planta, antes de pasar a los acopios y seguir con el proceso de molienda. Cuando rechazamos camiones por restos de materia orgánica presentes, esta materia prima se pierde, teniendo como destino final los vertederos, donde evidentemente no se realiza ningún tratamiento a las conchas.
“No estoy negando que tenemos un problema, pero día a día trabajamos para implementar mejoras y sensibilizar a las plantas de proceso de choritos, en que también necesitamos de su ayuda para reducir aún más el porcentaje de carne que queda en las conchillas. Esto es un desafío permanente, de investigación, de recursos. Nos interesa seguir en el negocio, y para ello mantenemos un canal de comunicación muy bueno con nuestros vecinos, lo que permite activar un plan de contingencia ante la presencia de malos olores, ya que ellos, nos avisan dónde están y qué tan fuertes son. También esto permite levantar información para ubicar los puntos más conflictivos dentro de la instalación y en qué parte del proceso, para lo cual estamos formulando tres proyectos a Corfo de forma que podamos seguir mejorando”.
Por su parte, Yohana González, Gerente General de AmiChile, señala que: “Para el sector mitilicultor es muy importante que las empresas de reciclaje de conchillas prosperen, cumpliendo evidentemente la normativa, puesto que reciclan el 80 o 90% de este residuo en la Isla. De no existir, se colapsarían los vertederos”.
Agregando que “Cal Austral, desde hace años que es socio de AmiChile y ha sido uno de los principales precursores del Acuerdo de Producción Limpia del Sector, el que se hará cargo, entre otro aspectos de evaluar las mejores técnicas disponibles para que las plantas de procesos minimicen la materia orgánica que va junto a las conchillas hacia la planta de reciclaje”, puntualizó la ejecutiva.