Hola, mi nombre es Yaritza, tengo 18 años. Hace poco tiempo tuve un proceso de rehabilitación en un programa del Hogar de Cristo, debido a que estuve con problemas de drogas. Allí me ayudaron tanto en mi adicción como en algunos problemas de mi persona; es que tenía una profunda depresión. Hace poco me enteré que hay escasos programas terapéuticos para mujeres y que los presupuestos del Estado bajan, por eso el trabajo que se hace en Mapumalén, la residencia donde me acogieron es tan importante. Allí aprendí que las cosas mejoran si uno así lo quiere. Ahora estoy estudiando en un colegio 2×1 de la fundación Súmate. Ellos también me han ayudado mucho y este año me gradúo de 4° medio. Estoy viviendo con mi mamá, que es mi pilar fundamental. Ella siempre estuvo en cada uno de mis procesos, es parte de todo lo que he logrado y de quien soy hoy en día. Siempre ha estado para mí, sobre todo en la depresión que les contaba. Debido a un desamor, sentía que me moría, lo único que había en mí era pena. Y como nadie se construye solo, ella estuvo dándome aliento y consejos. Haciéndome ver el lado bueno de la vida.
Yaritza Meza