Más allá de los cambios físicos que se pueden alcanzar, mantener un estilo de vida activo con ejercicios y una dieta balanceada genera variados beneficios en la salud y el bienestar de las personas. Esto cobra especial importancia en los mayores de 40 años, cuando el deporte es capaz de atenuar los efectos del proceso biológico de envejecer.
Con diferentes tipos de ejercicios, de preferencia aeróbicos, es posible “mantener la masa muscular y la densidad ósea, cuidar el sistema cardiovascular del organismo y mejorar el metabolismo de la glucosa y el colesterol”, explica el traumatólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. León Raposo. Por otro lado, el deporte disminuye el estrés cotidiano y libera endorfinas, lo cual es una contribución importante a la salud mental.
Exigencia gradual
En el caso de adultos sedentarios que buscan iniciar una rutina deportiva después de cumplir los 40, es importante considerar que nuestro cuerpo se adapta paulatinamente a los ejercicios y va fortaleciendo las estructuras cardiovasculares y músculo esqueléticas. Por ello, “tenemos que ir exigiendo gradualmente a nuestro organismo, sin aumentar bruscamente la carga deportiva. De lo contrario, estamos arriesgando la aparición de lesiones en los distintos tejidos”, advierte el especialista.
Los beneficios que proporciona la práctica de deportes son superiores a los riesgos, pero es conveniente tomar algunas precauciones para prevenir problemas. Por este motivo, las personas mayores de 40 años que quieran iniciar una rutina deben visitar un médico internista o cardiólogo, para descartar enfermedades respiratorias, cardiopatías, hipertensión arterial, obesidad o colesterol alto. Asimismo, es conveniente consultar al traumatólogo en caso de tener alguna dolencia del sistema músculo esquelético y definir cuál es el deporte o ejercicio más adecuado.
Prevención de lesiones
Un aspecto muy importante es prevenir la aparición de lesiones producto del ejercicio, como desgarros o tendinitis. Para ello, el Dr. Raposo entrega las siguientes recomendaciones:
+ Comenzar con actividades simples como senderismo o bicicleta, lo cual trae beneficios al sistema cardiovascular y músculo esquelético.
+ Si queremos iniciar la práctica de ejercicios más intensos, esta debe ser progresiva y planificada.
+ Es preferible realizar varias sesiones cortas de ejercicio en la semana, en lugar de concentrar toda la actividad deportiva en un solo día.
+ Siempre es importante descansar y no exigirse por sobre nuestras capacidades al momento de realizar una actividad intensa.