Carolina Pérez, Máster en Educación de Harvard University, afirma que el hecho de que los pre-escolares estén expuestos a todo tipo de pantallas como teléfonos, tablets y juegos de video, desde muy pequeños es el peor error que estamos cometiendo actualmente como país.
Algo cambió en los patios de los colegios. Ahora, es común ver a niños y adolescentes jugando con sus celulares a la hora del recreo. Esto, a juicio de la experta en educación, Carolina Pérez, puede traer graves consecuencias en su desarrollo como falta de atención, agresión, cambios de humor y hasta falta de compasión.
Y este será el tema principal que abordará este viernes 6 de septiembre, a las 19.00 hrs., en la primera “Escuela de Desarrollo Humano” organizada por el Colegio Patagonia Puerto Varas, bajo el título “Niños Secuestrados por las Pantallas 2.0”, en el hotel Cumbres de Puerto Varas. Iniciativa que va en la línea educativa del establecimiento que pretende fomentar la eliminación del uso de celulares en las jornadas escolares.
“Las investigaciones de neurociencias hablan de que las pantallas interactivas producen una cantidad anormal de dopamina, lo que trae como consecuencia cortocircuitos en el cerebro de los niños. La exposición desde muy pequeños a tablets, celulares y juegos de video produce cambios en la presión sanguínea y en el nivel de azúcar en la sangre”, afirma Carolina Pérez.
Agrega la educadora y máster en educación de la Universidad de Harvard, que “el celular se apoderó de los recreos como la actividad más entretenida, casi adictiva, transformándose en un problema que no solo afecta la sociabilidad infantil sino también la concentración en la sala de clases”.
Para la experta y activista en contra de las pantallas a temprana edad, las cifras de adicción, sobre exposición y agresión que está provocando la tecnología a disposición de personas aún sin criterio formado y capacidad de autorregulación, ocasionará que “en poco tiempo los niños estarán sometidos a medicamentos, terapias psiquiátricas, internaciones por adicción, envueltos en episodios de crisis y síndrome de abstinencia recurrente. Y nosotros tendremos hijos pequeños y adolescentes fuera de control”.
Además señala que “los papás y las mamás le tienen terror a que los niños se aburran, y la verdad es que los niños necesitan tiempo de ocio y reflexión, donde uno se conoce a si mismo. Hoy día los niños no saben manejar su aburrimiento porque los estamos llenando de placer.”
“Aún se desconocen muchos de los efectos que pueden tener los celulares en los niños, pero poco a poco surge más información. Con espanto hemos sabido de casos donde los niños ponen alarma a las 3 am para jugar con el teléfono. Hace poco una niña británica de 9 años tuvo que ser enviada a terapia por su adicción a un videojuego de moda”, explica la experta.
Frente a este escenario, es que la educadora propone padres agrupados, padres comprometidos y padres que se transformen en activistas de una infancia y adolescencia responsable de sus hijos, como formadores de agentes de cambio para que estas generaciones y las venideras, sean un real aporte a esta sociedad.