Cumpliendo con sus roles de protección de las fronteras y el comercio exterior, un equipo de fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas logró detectar un importante contrabando de equipamiento industrial para realizar perforaciones de suelos.
En base a perfiles de riesgo, funcionarios de la Aduana Regional de Talcahuano y de la Unidad de Drogas y Otros Ilícitos que revisaban vehículos en la zona de camiones del complejo fronterizo Pino Hachado, en la Región de la Araucanía, sospecharon que un camión proveniente de Brasil podía ocultar algo.
La declaración de importación de una empresa de ingeniería y obras civiles de la localidad de Pargua, comuna de Calbuco, indicaba que estaban ingresando a Chile 36 piezas con barras de perforación nuevas, distribuidas en 3 grandes cajones.
Primero se efectuó una inspección preliminar de la carga, determinando que se trataba de piezas usadas y que por tanto se encuentran afectas al recargo por uso, situación que se omitió en la declaración de ingreso y dio paso a una revisión total y exhaustiva de todo el cargamento.
Luego de abrir las cajas, revisar minuciosamente la carga sobre el acoplado del camión y cotejar la documentación de respaldo, los fiscalizadores aduaneros descubrieron que se ocultaba un millonario contrabando de partes y repuestos nuevos y usados para ser utilizados en equipos de perforación de suelo.
Tras un proceso que duró dos días, se determinó que el contrabando correspondía a 57 piezas originarias de distintos países, entre lo que habían poleas, rodamientos, motores y cilindros hidráulicos, juegos de correas, medidor de presión y sistemas de control hidráulico, entre otros productos. Estas mercancías venían mezcladas entre los equipos correctamente declarados y su embalaje pretendía evitar su detección.
Todas estas mercancías de contrabando fueron avaluadas en US$10.063, mientras que los impuestos y derechos aduaneros que se intentaron vulnerar superaron los US$2.738.
El Director de la Aduana Regional de Talcahuano, Claudio Cid, destacó el importante trabajo de análisis previo realizado por los fiscalizadores y el meticuloso sistema de revisión que logró dejar al descubierto este delito, que vulnera especialmente la correcta recaudación de impuestos en favor del Estado.
“Sin duda este procedimiento es una muestras más del importante rol de protección y control del comercio exterior que realizamos en Aduanas, donde son claves la experiencia y capacitaciones que reciben los funcionarios para poder realizar una labor integral de fiscalización”, resaltó Cid.
Al decomiso de Pino Hachado se suma un segundo procedimiento de similares características realizado en San Vicente Terminal Internacional (SVTI) de Talcahuano. Dentro de un contenedor cuyo contenido había sido declarado como cargador frontal se detectaron mercancías de contrabando.
Un equipo de fiscalizadores de la Aduana Regional de Talcahuano descubrió dentro de la cabina de la máquina diversos repuestos, entre ellos 2 motores de arranque, 2 alternadores, 6 filtros de combustible, 3 filtros de aceite y 3 filtros de aire. Todas estas mercancías de contrabando fueron avaluadas en US$ 438 y el cálculo de impuestos que se intentaron evadir alcanzó los US$ 129.