A diez años de la creación del Doctorado en Ciencias de la Acuicultura, Universidad Austral de Chile, la Dra. Marcela Astorga, directora del programa, habla sobre los desafíos y proyecciones de la acuicultura en Chile y el rol de la ciencia para su desarrollo.
La Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la acuicultura como “el cultivo de organismos acuáticos, incluyendo peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas, que implica la intervención del hombre en el proceso de cría para aumentar la producción en operaciones como la siembra, la alimentación y la protección de los depredadores”. Para contar más sobre esta importante actividad productiva nacional, la Dra. Marcela Astorga, asesora de la FAO y directora del Doctorado en Ciencias de la Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh), conversó con Ciencia en Chile.
¿Qué es lo que estudia?
Yo soy académica del Instituto de Acuicultura de la UACh, sede Puerto Montt, que es la capital de la acuicultura, y mi línea de investigación es la génetica de poblaciones de organismos marinos. Mediante herramientas moleculares busco responder preguntas sobre las características genéticas de las poblaciones marinas como también mediante estas herramientas comparar entre especies (genética evolutiva). La genética permite que uno pueda estudiar en un rango de aproximaciones, que van desde un individuo a una población y luego, a una especie o más.
En general mis estudios se han concentrado en genética de organismos marinos, pero también he trabajado con algunas especies presentes en ríos, caracterizando genéticamente e identificando el orígen de los salmones que están retornando a reproducirse al río Petrohué. Además, colaboro con otra investigación en los peces denominados puyes, que son los únicos salmónidos chilenos, para evaluar su capacidad de migración entre lagos y ríos. En estos proyectos específicos me he salido del agua de mar para entrar en el agua dulce.
Me he especializado en moluscos. Desde la genética he aportado a la acuicultura trabajando en las especies que se cultivan, como el mejillón en la mitilicultura. A través de diferentes proyectos hemos buscado resolver problemáticas de la sustentabilidad, trabajando con evaluación genética de los bancos naturales, ya que la mitilicultura depende de éstos. La miticultura se puede separar en dos etapas de cultivo: la captación de semillas y la engorda. La captación de semillas depende de los bancos naturales porque estos liberan las larvas que luego se captan en sistemas artificiales y se transforman en semillas, las cuales luego llevan a la engorda en otros sistemas y lugares. Nosotros hemos caracterizado genéticamente los bancos naturales, para ver si son una gran población, lo que se denomina metapoblación, o si son poblaciones diferenciadas genéticamente.
También, hemos querido identificar el origen de las semillas que se captan en dicha etapa, lo cual generalmente lo realiza la pesca artesanal, esto lo hemos realizado en busca de descubrir si la semilla viene del banco natural más cercano o bien de diferentes y más lejanos bancos naturales. Algo como trazar el origen de la semilla. Hemos buscado identificar larvas mediante herramientas moleculares porque las larvas de los mitilidos (cholgas, choro zapato, chorito) son casi iguales. Esto se ha realizado para ayudar en el monitoreo de la presencia de larvas en el agua, identificando el mejor momento para colocar los colectores, a pesar de que generalmente los pescadores usan más su intuición que otro tipo de información.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) enfocó su última conferencia mundial en la salud de los organismos acuáticos, por ser vistas como aquellos que podrían velar por la seguridad alimentaria de un mundo superpoblado. En este contexto, ¿cuáles son los prinicpales desafíos para el desarrollo de la acuicultura?
Como parte del grupo asesor de la FAO, en lo que refiere a los recursos genéticos para la acuicultura, hemos trabajado actualmente en la elaboración del plan estratégico para potenciar la acuicultura sustentable a nivel mundial. La acuicultura es el futuro de la alimentación, de eso no hay duda, y tiene un tremendo potencial de desarrollo, pero que hay que hacerlo bien.
Los desafíos varían según el país. A nivel mundial existe una acuicultura de subsistencia. En Oriente, por ejemplo, la acuicultura se practica en los patios de las casas de personas que cultivan arroz junto a peces. Sin embargo, en muchos de esos lugares existen problemas de sanidad, y desde la FAO se busca que, la acuicultura se practique con aguas limpias o, que tenga seguridad alimentaria, dado que en estos países la acuicultura es de subsistencia.
Chile tiene una acuicultura muy específica, de productos elite, (salmón y choritos). No es de subsistencia ni tampoco para suplir el hambre en el país, sino que es de exportación. Los desafíos se refieren, pues, a los procesos productivos de esta acuicultura, para que estos procesos generen beneficios y no daños al país, especialmente ambiental y social. La sustentabilidad tiene tres ámbitos: económico, ambiental y social, y la acuicultura en Chile es económicamente sustentable, a pesar de que tiene crisis, pero es urgente que se enfoque en estos dos otros ámbitos (social y ambiental) de forma equitativa para su desarrollo.
¿Cuál es papel que tiene el programa de Doctorado de Ciencias de la Acuicultura de la UACh respecto al desarrollo acuicola en nuestro país?
El doctorado, que este año cumple 10 años, está enfocado en apoyar el desarrollo de la acuicultura en forma integral, mediante la formación de capital humano avanzado, esto significa la formación de científicos que resuelvan problemáticas de la acuicultura, ayudando a que ésta sea más sustentable en todos estos ámbitos.
El programa es multidisciplinario y, por lo tanto, nuestros estudiantes tienen una formación global, pero pueden desarrollar sus trabajos en diferentes áreas dentro del doctorado, como, nutrición acuícola, sustentabilidad y manejo, sanidad animal, reproducción y desarrollo de recursos acuícolas, biología molecular y genética. Nosotros sabemos que la acuicultura va a continuar su desarrollo pero queremos que se haga bien. Para hacerse bien tiene que haber gente altamente capacitada y bien formada en responder preguntas, y eso es lo que hace un científico, aplica el método científico para resolver problemáticas, para probar hipótesis y con eso entregar resultados desde la investigación con énfasis en aspectos biológicos de relevancia para la diversificación y sustentabilidad de la actividad acuícola, generando conocimiento científico de alto impacto y pertinente para la acuicultura. Ese es el foco y objetivo de este doctorado.