(Parte II)
La participación de personas con discapacidad (PcD) en el proceso constituyente puede ser defendida desde el punto de vista de superar las barreras en el ejercicio de sus derechos. Pero también puede ser defendida en términos de su específica contribución al proceso.
Contar con PcD en la discusión constituyente contribuirá a la elaboración de un mejor arreglo social para todos los que aún no tenemos ninguna discapacidad, en la medida que puede ayudar a visibilizar la vulnerabilidad de todo ser humano.
Debemos recordar que la discapacidad es un fenómeno mucho más extendido que lo que se piensa. Cerca de 2,9 millones de personas, aproximadamente un 16,7% de la población nacional, posee algún tipo de discapacidad. La extensión de la discapacidad sólo puede tender a extremarse. El envejecimiento de la población hará que las discapacidades relacionadas con la edad se multipliquen y que ambientes más accesibles se transformen en una necesidad urgente.
Esto puede confirmar la idea de que todos somos potenciales PcD, pero más radicalmente puede contribuir a que entendamos que todos somos dependientes unos de otros.
Pablo Marshall y Viviana Ponce de León
Profesores Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UACh