Las vacaciones son un tiempo para descansar, pero también para organizar el año, establecer metas y proyectos. Evaluar cómo nos sentimos al momento de iniciarlas es clave para ver a qué actividades daremos énfasis durante este periodo.
Enero y febrero son los meses más esperados por jóvenes y niños, ya que durante este periodo se acaban las clases y comienzan las anheladas vacaciones de verano. Muchos saldrán de la ciudad, quizás vayan a la playa, a la montaña, pasarán tiempo en familia o con amigos, pero otros no tendrán planes.
Sea cual sea la situación, “es relevante tomar en cuenta que las vacaciones hay que aprovecharlas para pasarlo bien, descansar, estar con las personas que quizás en el año es más difícil ver, aprovechar de retomar algún hobbie e incluso hacer lo que nos gusta y que por estudios hemos tenido que posponer”, manifiesta Carolina Ríos, Directora Nacional de Habilidades Transversales de la Universidad San Sebastián.
Tomando en cuenta lo anterior, la psicóloga entrega algunos tips a jóvenes que buscan aprovechar de mejor forma este tiempo:
Reflexiona sobre tu situación actual. Evalúa si te sientes desgastado, cansado (física o mentalmente). Con estas reflexiones, puedes plantearte el tipo de vacaciones que necesitas. Quizás algo relajado, dormir más, ver películas o series. Pero quizás necesitas algo para romper la rutina y te puedes plantear salir a algún lado y/o buscar nuevas experiencias.
Practica hábitos de vida saludable. Conseguir un buen descanso no necesariamente implica realizar grandes inversiones. Se trata de un momento ideal para practicar o iniciar aficiones al aire libre: paseos por la playa, excursiones por la montaña, visitar museos, practicar algún deporte, etc. Además, puedes aprovechar de alimentarte de mejor manera.
Considera que son un tiempo de descanso. Esta faceta es crucial para volver renovado en marzo. Aumentar tus horas de sueño, dormir siesta o realizar algunas actividades más relajadas como leer, te permitirá recargar energía para el año que viene. Además, al descansar, tu mente se relaja y te permite tener nuevas ideas, planificar tu semana, tomar decisiones y mejorar tu estado anímico.
Piensa en tus actividades. Es un buen momento para evaluar qué actividades te gustarían realizar en el año, quizás incorporarte a algunos talleres, participar de algún grupo, dar prioridad a actividades dejadas de lado, aprender algo nuevo.
Pasa tiempo con personas cercanas. En el año académico, a veces es difícil poner atención además a cada relación que tenemos; por lo tanto, es un buen momento de fortalecerlas. Puedes pasar más tiempo con tu familia, amigos, pareja, etc. Estas relaciones son muy importantes para sentirte bien y para apoyarte en momentos difíciles del año.
Aprovecha el tiempo. Hay muchas formas de hacer rendir el tiempo. Si necesitas trabajar por distintos motivos, este es el momento, ya que te sentirás más relajado/a que durante el año donde tienes otras preocupaciones y puede ser más agotador. Trabajar no solo te permite mejorar tu economía, también puedes conocer nuevas personas, enfrentarte a nuevas situaciones y adquirir experiencia para incluir en tu CV. Por otro lado, si tienes la iniciativa de trabajar sin remuneración (económica), realizar un voluntariado es una buena idea, ya que ayudas a otros, mientras utilizas tu tiempo de manera positiva y productiva. Participar de voluntariados te permite tener nuevas visiones y crecer personalmente.
Al terminar las vacaciones, es ideal quedar con una sensación de relajo, felicidad y sobretodo sentirse renovado. “Esto te permitirá comenzar un nuevo año académico con la mente tranquila, no todas las vacaciones serán iguales, pero es importante que sientas que fueron reparadoras para ti, ya que es tu merecido descanso”, concluye la especialista.