Nutricionista explica el impacto multifactorial que generan los desperdicios de alimentos
Producir comida que no va a ser consumida genera altas emisiones innecesarias de CO2 además de pérdidas en el valor añadido de los alimentos producidos, lo que impacta significativamente en el medio ambiente y calentamiento global.
Los alimentos se pierden o desperdician a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final en los hogares. En los países de ingresos altos y medianos, los alimentos se desperdician de manera significativa en la etapa del consumo, lo que significa que se desechan, incluso si todavía son aptos para el consumo.
En las regiones industrializadas, también se producen pérdidas importantes al principio de las cadenas de suministro de alimentos. Las pérdidas de alimentos conllevan el desperdicio de recursos utilizados en la producción, como tierra, agua, energía e insumos. Producir comida que no va a ser consumida genera altas emisiones innecesarias de CO2 además de pérdidas en el valor añadido de los alimentos producidos, lo que impacta significativamente en el medio ambiente y calentamiento global.
Así lo explica la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás, Luz Ortiz, quien detalla que a nivel económico, “las pérdidas de alimentos que pueden evitarse tienen un impacto negativo directo en los ingresos, tanto de los agricultores como de los consumidores, puesto que muchos pequeños agricultores viven al margen de la inseguridad alimentaria, reducir las pérdidas de alimentos podría tener un impacto inmediato y significativo en sus medios de vida. Sin duda, la prioridad para los consumidores pobres (hogares en situación de inseguridad alimentaria o de riesgo) es el acceso a productos alimentarios nutritivos, inocuos y asequibles. Cabe mencionar que la inseguridad alimentaria es, a menudo, más una cuestión de acceso (poder adquisitivo y precio de los alimentos) que de suministro. Mejorar la eficiencia de la cadena de suministro de alimentos puede ayudar a disminuir el coste de los alimentos para el consumidor y así, aumentar el acceso a estos”, esto en base de lo señalado por Tristram Stuart, autor del libro Despilfarro: el escándalo global de la comida”, explicó la profesional.
Diversas iniciativas
De acuerdo a lo señalado por la nutricionista, existe un número importante de acciones que buscan minimizar las pérdidas y desperdicios de alimentos en las distintas fases de la cadena alimentaria, principalmente mediante inversiones en infraestructura, aumentar el capital físico y educar a la población. “La estrategia para la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos debiera basarse en información y comunicación a través de campañas de sensibilización a la comunidad, y a todos los actores involucrados en la cadena alimentaria” explicó.
“En este ámbito, la carrera de Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás, cuenta con un sello diferenciador a otras casas de estudio ya que implementamos en nuestro internado intraescolar, actividades relacionadas con el desperdicio de alimentos, creando así, consciencia desde edades tempranas, al poder trabajar con niños en etapa pre escolar, sobre la importancia de la reutilización y disminución de los desperdicios alimentarios” enfatizó.