El periodo estival es sinónimo de deportes y actividades al aire libre y también de altas temperaturas. Sin ir más lejos, este fin de semana tuvimos temperaturas en la Región Metropolitana que llegaron hasta los 34 grados. Asimismo, la Organización Panamericana de Salud, OPS, instó a los países de América del Sur a prepararse ante la ola de calor que se espera para los meses de enero, febrero y marzo, tomando los resguardos para cuidar la salud de las personas, ya que las consecuencias pueden llegar a ser mortales para la población.
Es por ello por lo que el Dr. Mario Muñoz, cardiólogo del Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, ha querido entregar recomendaciones para aquellas personas amateur y deportistas que durante este periodo se abocan a las calles a realizar deportes y, en algunos casos, comienzan a prepararse para las próximas maratones de Santiago y Valparaíso.
Si bien hacer deporte es algo esencial para mantener una vida saludable, realizarlo ante temperaturas altas, es decir por sobre los 30 grados, puede traer consigo riesgos para la salud de una persona, los que son manejables y evitables tomando resguardos y cambiando hábitos que nos permitan practicar ejercicios con seguridad.
La primera recomendación del cardiólogo de la ACHS, Mario Muñoz, es intentar realizar deporte en horarios en que la temperatura del ambiente es más baja, como las mañanas o en las tardes. Asimismo, la hidratación previa es fundamental y parte importante de la preparación para iniciar el deporte.
El hacerlo en otro horario puede provocar deshidratación, agotamiento, mareos, golpes de calor, entre otros. Muñoz explica que cuando se realiza deporte se producen una serie de cambios en el cuerpo “como perdida de agua y electrolitos, aumenta la temperatura del cuerpo y se producen fenómenos metabólicos que pueden producir fatiga, taquicardia, inestabilidad y perdida de conciencia, arritmias y shocks calóricos entre otros”, dice.
Esto puede llevar a sentir fatiga muscular, inestabilidad o pérdida momentánea de conciencia, sensación de desmayo. Si bien la primera recomendación es evitar realizar actividades físicas con altas temperaturas, de tener que hacerlo, la preparación debe incluir hidratación previa, es decir, tomar agua cuando no se está entrenando sino antes, ropa adecuada que permita la sudoración, gorros para el sol.
“Tomar agua cuando no esté entrenando para evitar llegar con déficit, evitar el consumo de alcohol ya que también eso produce deshidratación, usar ropa apropiada, elegir las horas más adecuadas para entrenar. Una forma de ver cuánto líquido hemos perdido en el entrenamiento, para después reponerlo, es pesarse antes y después de entrenar, así sabremos cuánto tenemos que reponer”, indicó.
Conozcamos los 10 síntomas que alertan de que el calor es un peligro
- Pérdida de eficiencia
- Mareos y pérdida de equilibrio
- Calambres
- Aumento de la temperatura de la piel
- Dolor de cabeza
- Lipotimias o perdida pasajera de conocimiento
- Pérdida de fuerza
- Contracturas
- Agotamiento
- Sensación de sed
¿Qué debemos hacer en estos casos?
- Suspender la actividad deportiva
- Tomar bebidas isotónicas, que además de hidratar, remineralizan el organismo
- Si está mareado, recostarse y elevar las piernas
- En el caso de calambres, masajear los músculos afectados
- Darse un baño de agua fría (fresca, no helada) ayuda a la recuperación
Buenos hábitos para entrenar con calor
- Vigilar el horario
- Evitar la deshidratación
- Usar ropa muy ligera, transpirable, cómoda
- Llevar snack saludable
- Protegerse la cabeza con una gorra
- Llevar fotoprotector