Por: Juan Pablo Salgado, Director Nacional de Deportes y Vida Universitaria de la Universidad San Sebastián y Director Nacional Universitaria de Deportes de Chile (FENAUDE).
Una de las etapas que mayor estrés y ansiedad produce en los jóvenes es, sin duda, la transición a la educación superior. La entrada a un mundo nuevo, desconocido, que trae consigo esperanza e incertidumbre.
Múltiples estudios han determinado que la actividad física y el ejercicio, aunque sea moderado, son factores protectores que inciden en bajar la tasa de prevalencia de ansiedad, estrés y depresión. Además, en los jóvenes ayuda a mejorar el rendimiento académico y su autoestima.
En esto radica la importancia de no abandonar su práctica durante la Universidad, pudiendo los estudiantes optar a variadas alternativas. Más aún, con las cifras reveladas por el Ministerio del Deporte, de la última Encuesta de Actividad Física y Deporte, que indicó que el 81,3 por ciento de la población es inactiva o medianamente inactiva.
En la Universidad San Sebastián, para los deportistas más destacados está la opción de integrar las selecciones deportivas que compiten en los torneos de educación superior más importantes del país. Y para los que prefieren el ámbito más recreativo, los talleres deportivos y torneos internos de diversas disciplinas son la opción. Además, previo a los períodos de prueba, se ofrecen pausas activas.
La invitación es a no dejar la práctica de deporte. A desterrar el erróneo concepto de que las universidades son la tumba de los deportistas y a convencerse de que los beneficios aparejados no son sólo en el aspecto médico, sino que también en lo físico, emocional, psicológico, socio-cultural y cognitivo.