Cerca de un 28% de la población en Chile sufre de hipertensión, mientras que para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión arterial constituye una de las principales causa de muerte y se relaciona con otras enfermedades que afectan el sistema cardiovascular -ya sea de manera directa o indirecta- como los infartos agudos al miocardio, elevación del colesterol (dislipidemia), accidentes cerebro vasculares y diabetes mellitus, por ello, un paciente hipertenso es una persona que tiene alto riesgo de sufrir algunas de estas enfermedades y sus complicaciones.
Con el fin de promover los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, la OMS conmemora el 17 de mayo el Día Mundial Contra la Hipertensión.
Pese al alto porcentaje de la población en Chile que sufre esta enfermedad, muchas personas no lo saben, con el riesgo asociado a que, si no se detecta a tiempo, puede deteriorar el funcionamiento de órganos vitales denominados órganos blancos por su afectación directa como lo son el corazón, el cerebro y los riñones.
El factor hereditario o familiar es muy importante para la pesquisa de hipertensión arterial, estas personas deben tener especial cuidado en mediciones de presión arterial seriadas, debido a la presentación muchas veces silenciosa de esta enfermedad.
Hipertensión y COVID-19
En momentos en que Chile y el mundo atraviesan por la pandemia del COVID-19, el Dr. Helmuth Goecke Saavedra, nefrólogo de Clínica Ciudad del Mar, asegura que con respecto a medicamentos que harían más vulnerables a pacientes hipertensos en caso de contraer el virus, “hay una sugerencia teórica, pero no se ha probado que sea real. Por eso no se recomienda hacer cambios de fármacos antihipertensivos (aquellos con terminación «-sartanes» y «-priles»)”.
Con respecto a qué hacer frente al tema, el Dr. Goecke precisa que recientemente la Sociedad Chilena de Hipertensión entregó una recomendación que apunta a que los pacientes tratados con medicamentos antihipertensivos deben continuar con los fármacos habituales y, específicamente, con los denominados antagonistas del receptor tipo II de angiotensina (como losartan , valsartan, candesartan, olmesrtan, etc.) y con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina I (como enalapril, lisinopril, captopril, etc.).
En este sentido, el especialista asegura que no existen evidencias clínicas para aconsejar la modificación o suspensión de estos fármacos en pacientes hipertensos con COVID-19. Esta opinión es compartida por diversas sociedades científicas internacionales dedicadas a la hipertensión arterial (Sociedad Europea de Hipertensión, Consejo de Hipertensión de la Sociedad Europea de Cardiología, Sociedad de Hipertensión Canadiense, Sociedad Cardiovascular de Canadá, Sociedad Internacional de Hipertensión, Sociedad Británica de Hipertensión).
Finalmente, el Dr. Goecke recalca la importancia de seguir las medidas preventivas recomendadas por la autoridad sanitaria para reducir el riesgo de contagio por COVID-19, considerando que las personas con hipertensión son un grupo de riesgo.