Consecuencias invisibles del confinamiento a causa del COVID- 19 son los que afectan a muchas personas, sobre todo a aquellas que viven con el peligro dentro de sus hogares.
Al aumento de violencia contra las mujeres quienes ahora deben convivir el día completo con su agresor, se suma la violencia sexual principalmente a niños y niñas y adolescentes, ya que, en el 75% de los casos, el agresor es un familiar o un integrante del grupo familiar.
La preocupación desde el área salud, explica el director del Servicio de Salud Del Reloncaví, Jorge Tagle, radica en que, a raíz del llamado a no acudir al servicio de urgencia por riesgo a contraer COVID-19, muchas víctimas de violencia sexual podrían estar evitado asistir por atención médica.
“El Hospital Puerto Montt cuenta con la Unidad Clínica Forense, en donde se realiza las atenciones a víctimas de violencia sexual. Las personas que han sido agredidas idealmente deben acudir por atención antes de 72 horas de haber ocurrido el hecho, ya que las evidencias encontradas serán derivadas a los organismos pertinentes para continuar el debido proceso en Fiscalía”, aseguró el director.
En relación a las víctimas, éstas son en su mayoría mujeres que sufren agresiones por mucho tiempo antes de verbalizar lo que les está sucediendo, es importante que consideren acercarse a Urgencia o conversar con un profesional de salud quienes cuentan con protocolos para la primera consulta y contención. La atención también contempla la aplicación de exámenes y tratamiento ante posible contagio de infecciones por transmisión sexual y/o embarazos.
En la Unidad Clínica Forense del Hospital Puerto Montt en los 2 últimos años han aumentado las atenciones por violencia sexual de 105 a 124, pero el aumento no es significativo debido a que solo de un 20 a 25% consultan en Urgencias e interponen la denuncia correspondiente.
Andrea Arismendi, matrona y coordinadora de la Red de Prevención y Atención a Personas víctimas de violencia sexual del Servicio de Salud, explica que existe una “cifra negra” que seguirá guardando silencio si la gente no acude a Urgencias, “esto puede ir en aumento en tiempos de confinamiento donde mujeres, niños, niñas y adolescentes pasan más tiempo con el agresor y además existen limitaciones para acercarse a los centros de salud por el COVID- 19”, apuntó.
En el ámbito de la prevención de la violencia sexual la profesional destaca la importancia de enseñar a los niños, niñas y adolescentes hábitos para cuidar su cuerpo y protegerse de las personas que puedan causarles daño o poner su integridad en peligro.
Entre ellos se encuentran:
- Enseñar lo antes posible sobre el nombre correcto de las partes de su cuerpo.
Si se siente en confianza para nombrar las partes de su cuerpo, también la tendrá para contar si le ha sucedido algo inapropiado.
- Ayudar a que reconozcan los límites con el cuerpo.
Deben saber que “nadie debe tocar sus partes privadas” y a su vez que ellos “no deben tocar las partes privadas de otra persona”, evitando normalizar lo que le pudiera pedir un perpetrador.
- Establecer un “código” con el niño para usar ante una situación incómoda.
Establecer una palabra o una frase clave, que sea una señal de alerta, para que el niño use si se siente inseguro o incómodo con una persona o un lugar.
- Aprender a marcar límites en las relaciones.
Que aprendan a no tener juegos de “esposa” o “marido” con adultos. Que nos es correcto sentarse en el regazo de la gente.
- Enseñar que los secretos del cuerpo no están permitidos.
Absolutamente nadie le puede obligar a mantener secretos sobre su cuerpo.
- Darse el tiempo para conocer a las personas que rodean al niño, niña y adolescente.
Hay que saber quienes son sus amigos, sus profesores, los padres de los amigos que visitan con frecuencia y cualquier persona con la que tenga contacto habitualmente.
Finalmente la profesional Andrea Arismendi, recalca que cualquier persona puede denunciar hechos de violencia sexual a los números: 134 PDI, 133 de Carabineros, 149 Fono Familia, o 600 400 0101 Fono Denuncia Seguro y que es muy importante acudir al Servicio de Urgencia del hospital o Cesfam de su comuna.