Las cifras son alarmantes: se detecta más de un millón de casos nuevos de cáncer de mama al año en el mundo y esta enfermedad es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer a nivel global. La clave ante esta realidad es detectar este mal en forma precoz, ya sea a través del autoexamen o del control anual con el médico.
Por lo general, el cáncer no tiene síntomas, por eso es muy importante realizarse una vez al mes el autoexamen (después del período) para advertir cualquier cambio o anomalía en el cuerpo, y ser riguroso en los controles con una mamografía anual después de los 40 años o antes si existen factores de riesgo.
El doctor Luis Cruzat, ginecólogo de Clínica INDISA, entrega las indicaciones que hay que seguir para el autoexamen: “Frente al espejo, levantar los brazos por encima de la cabeza y observar la simetría de las mamas, la altura de los pezones, formación de bultos o zonas de retracción tanto en mamas como en axilas, alteraciones de la piel o de las aréolas y secreción por los pezones”.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que los factores de riesgo aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama, tales como antecedentes familiares de la enfermedad, no haber tenido hijos o si el primer parto fue después de los 35 años, no haber dado lactancia materna, estar en tratamiento hormonal de reemplazo para la menopausia, haber tenido menopausia tardía (después de los 55 años), tabaquismo y obesidad.
La detección precoz de este mal no solo mejora el pronóstico, sino también la supervivencia de los pacientes. “Es importante entender que la mamografía es el método de screening para detectar lesiones sospechosas y no la ecografía mamaria, como muchas mujeres creen”, agrega el Dr. Cruzat.
Sin embargo, producto de la pandemia, un gran número de mujeres dejó de realizarse este importante examen. “Se calcula que alrededor de 70 – 80% de mujeres dejaron de hacerse exámenes de mamografía por temor a contagiarse de coronavirus, o bien porque los centros hospitalarios tuvieron que reconvertir sus áreas y cerrar algunas prestaciones como esta”, detalla el jefe de la Unidad Oncológica Médica de Clínica INDISA, Jorge Gallardo.
No obstante, a pesar de que Clínica INDISA tuvo que reconvertir en un momento casi todas sus áreas para atención de pacientes con coronavirus, el Centro Oncológico de la clínica nunca dejó de atender.
“En ningún minuto, durante la pandemia, dejamos de tratar a algún paciente, y gracias a eso no tuvimos retrasos en ningún tratamiento con ningún paciente. Desde el principio, les hicimos entender que tanto las consultas oncológicas como sus tratamientos no se podían posponer, y que contamos con exigentes protocolos de higiene para prevenir contagios por coronavirus en nuestras instalaciones; hemos podido prestarles seguridad y atención oportuna”, enfatiza el Dr. Jorge Gallardo.