Octavio Riveros Sánchez
Jefe de Carrera, Técnico en Podología Clínica
CFT Santo Tomás – Puente Alto, Santiago
El 14 de noviembre es el día mundial de la diabetes, una enfermedad muchas veces silenciosa que afecta cada vez a más chilenos y chilenas.
En términos generales, la diabetes es una enfermedad donde los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre se elevan por sobre lo normal, producto de una carencia o mala utilización de la insulina, y que es tratada mediante medicamentos, actividad física y dieta equilibrada, promoviendo un cambio en el estilo de vida del paciente.
Cuando el paciente no realiza este cambio de vida, bajo el alero del autocuidado, podrían generarse complicaciones, donde los órganos y tejidos más dañados son los ojos, riñones, nervios, arterias y articulaciones; además de las alteraciones en el pie, que es una de las más conocidas y temidas por quienes padecen esta enfermedad.
La relación del paciente diabético con el Técnico en Podología Clínica es estrecha, debido a que esta enfermedad produce alteraciones como neuropatía periférica (daño a los nervios fuera del cerebro y la médula espinal), daño a los vasos sanguíneos e infecciones; afecciones que pueden ser pesquisadas por este profesional que detectará, derivará y tratará la afección como parte del equipo multidisciplinario de la salud.
La diabetes daña los vasos sanguíneos y esto afecta la circulación de las extremidades inferiores, esto se agrava en pacientes fumadores, puesto que la nicotina obstruye los vasos sanguíneos, limitando la oxigenación. A nivel periférico, los vasos sanguíneos también se obstruyen y oxigenan mal, y la neuropatía ayuda a aumentar el riesgo de lesión, ya que el paciente pierde sensibilidad.
El paciente puede cortarse accidentalmente su pie y al no sentir, no llevará a cabo las curaciones necesarias, aumentando el riesgo de infección. Esto también puede ocurrir al realizar una mala onicotomía (corte de uñas) o en casos de onicocriptosis (uña encarnada), que pueden ser puerta de ingreso a infecciones que, sumado a hiperglicemias, altos niveles de triglicéridos y/o colesterol, ayudan a obstruir las venas y arterias provocando complicaciones mayores que podrían derivar en una resolución drástica, como la amputación de ortejos (dedos), pie, o pierna.
Vivir con diabetes es posible, pero el paciente debe realizar cambios en su vida diaria, que lo ayuden a sobrellevar su diagnóstico de mejor manera. Comer sano, realizar ejercicio, ser disciplinado con sus medicamentos y visitar a su Técnico en Podología Clínica lo ayudarán a prevenir complicaciones y vivir una vida más plena. La clave está en el autocuidado.