Guido Asencio Gallardo

Académico

 

Una de las formas más eficaces de fomentar el desarrollo económico de una localidad, esta dado en primer lugar por la capacidad de generar instancias que promuevan el intercambio de experiencias y vivencias en cuanto al desarrollo de emprendimientos a nivel de estratégico (largo plazo) y operativo (corto plazo), con ello, resulta fundamental una voluntad explícita de los distintos actores que intervienen, desde quienes debieran ser los articuladores como son las autoridades locales en conjunto con la sociedad civil, donde se incluye a dirigentes gremiales, sociales, culturales entre otros.  Lo anterior con el propósito de impulsar el desarrollo económico y social por medio de una planificación adecuada, que permita incluir una serie de aspectos que deben ajustarse a la realidad comunal.

En el caso de las municipalidades, es necesario establecer diagnósticos basados en herramientas de planificación territorial, pero teniendo en cuenta que la Pandemia ha modificado muchos de los planes originales, esto con el afán de para revelar fortalezas y debilidades que se presentan respecto a las posibilidades de emprender nuevas líneas de desarrollo, que puedan eventualmente actuar como basales hacia una economía local con una visión clara y concreta proyectada en el tiempo, para garantizar una estabilidad  en todos los aspectos económicos y sociales de una comuna.

Para darle cuerpo a un Plan de Desarrollo Económico y Social de una ciudad es necesario considerar la obtención de productos que le den fidelidad a lo planteado buscando alternativas que podrían hacer de las ciudades un modelo de desarrollo para las vecinas comunas a nivel provincial y regional, con esto se deja instalado el tema de que no es posible planificarse a sí mismo, pues es necesaria la conversación con las demás ciudades.  En concreto los productos que se quieren obtener debieran ser:

  1. Diagnóstico estratégico de la actividad productiva a nivel de micro y pequeña empresa de productos y servicios típicos de la comuna. En este sentido se debiera considerar las vocaciones productivas, vale decir, la producción de micro y pequeñas empresas en todas sus dimensiones, para considerar las alternativas de financiamiento, tanto en el ámbito público como privadas existentes en un momento determinado.  Para aquello, se debe tener claridad de que en muchos casos existe una combinación de ellas, es válido considerar que darían una verdadera solución al problema estructural que hoy existe derivado de la Pandemia y sus consecuencias en el desempleo en prácticamente todas las ciudades.  Además, este diagnóstico entregará información sobre el desarrollo humano, social y cultural, el aspecto sustentable que debe ser ineludible para cualquier tipo de planificación a cualquier nivel, ya sea local, intercomunal, provincial o regional. Información que sería muy útil al momento de planificar el desarrollo humano en la provincia, salvaguardando la idiosincrasia de su gente y proyectado la innegable riqueza cultural que le entrega identidad a cualquier comuna.
  2. Realizar una investigación de mercados potenciales, nacionales y extranjeros, para los productos y servicios de las micro y pequeñas empresas incorporadas al modelo de desarrollo, para esto se requiere el apoyo directo de los diferentes instrumentos de fomento que están alojados principalmente en el Ministerio de Economía. Estos tienen que ver con el desarrollo de negocios de productos según la vocación productiva de las ciudades, en mercados altamente sofisticados en que lo “natural” es el principal valor de los productos y servicios demandados.  En este sentido, es fundamental considerar que en cada comuna existen productos potenciales, que pueden servir de “caballo de batalla”, para dar a conocer las comunas, ya sea en el país como a nivel internacional.
  3. Creación de un plan de gestión gerencial del modelo en todas las áreas y sectores involucrados. El plan contaría con tres componentes principales, los cuales se desarrollarán a través de la creación de una red de apoyo conformada por diversos organismos públicos y privados orientados al fomento productivo: programa de desarrollo de centros productivos, programa de asesoría en gestión y programa de asistencia técnica, en esto los Centros de Negocios existentes resultan fundamentales para apoyar esta tarea.
  4. Es fundamental el desarrollo de un programa de fomento de la asociatividad, como parte del plan de gestión gerencial del proyecto. La creación de un programa de esta magnitud estimularía la asociación de microempresarios bajo alguna forma jurídica que les proporcione mayores beneficios para la gestión como, por ejemplo, a través de cooperativas, tomando en consideración los emprendimientos que ya están presentes en la ciudad, así como también una articulación con las instituciones gremiales que forman parte importante para detectar las verdaderas necesidades a nivel comunal.
  5. Desarrollar nuevos productos y potenciar los actuales, en concordancia con la creación de un estudio de mercado, a través de un plan de ordenamiento y de fomento productivo de la micro y pequeña empresa. Ello, sin embargo, debe contribuir a fortalecer la idiosincrasia de la comuna, como un “plus” que, indiscutiblemente entregaría un mayor valor agregado a los productos y servicios de la zona.
  6. También sería fundamental un plan de capacitación coherente con las necesidades, derivadas de los centros productivos con la aplicación del plan de ordenamiento y fomento productivo. Las actividades de capacitación se orientarán equilibradamente, hacia los requerimientos de los distintos centros productivos de bienes y servicios.  Para esto resulta fundamental las alianzas con los centros educacionales tanto de Enseñanza Media Técnico Profesional, instituciones de educación superior tipo técnico o profesional, para trabajar de la mano en las necesidades que se encuentran alojadas en el propio territorio.
  7. Propiciar ruedas de negocio, donde se puedan mostrar los productos originarios de la zona en el mercado formal e informal, donde por un lado van a estar los oferentes (vendedores) y los demandantes (compradores o consumidores), el objetivo de este tipo de actividades fomenta el comercio y ayuda a darle dinamismo a la actividad productiva de una comuna. Esto resulta factible por ahora solamente con los medios digitales, a través de diferentes plataformas de las propias redes sociales.

Cabe destacar que para generar propuestas en el ámbito de economía, desarrollo y sociedad, resulta indispensable conocer las distintas realidades que se producen en un espacio territorial determinado, para entender la contingencia desde la primera fila, interactuando con las comunidades de las diferentes disciplinas, ya sea organizaciones empresariales, gremiales, culturales, etc. para generar participación de la comunidad, que en definitiva  sirva para dilucidar las necesidades y proponer lineamientos, de forma general y específicos en concordancia con los recursos humanos, naturales, materiales y monetarios que se dispongan, con base en la realidad de un territorio.

 

En definitiva, estas son algunas líneas fundamentales para propender a generar un desarrollo integral en las municipalidades debe haber una voluntad política con ánimo de cooperación, preferentemente impulsado por la primera autoridad comunal, debido a la que pueden ser los articuladores más apropiados de este tipo de iniciativas que, por cierto, es una de las muchas que se pueden considerar en una ciudad para propender al desarrollo desde adentro.

Guido Asencio Gallardo

Académico