Se trata de una carrera que no sólo marca tendencia global, sino que también en Chile, ya que empresas y rubros de todos los tipos y tamaños necesitan incorporar nuevas tecnologías para mantenerse competitivas, sobre todo en tiempos de pandemia.
En Chile, la demanda de programadores crece día a día debido a la urgente necesidad de digitalización de las empresas en general, cuyos procesos se han visto fuertemente afectados por las restricciones que impone el Covid 19. Es así como la vida se ha vuelto más fácil gracias a la tecnología: las reuniones y clases se han realizado a través de videoconferencias, el pago de cuentas y las compras se realizan por internet, además de poder acceder a sistemas de vigilancia a través de los teléfonos inteligentes.
Sin embargo, incluso si la pandemia no hubiera apresurado los procesos de digitalización, las empresas, de todos los tamaños, no pueden quedar al margen de la implementación de nuevas tecnologías, que agilizan procesos y reducen costos. En este sentido la alta demanda de programadores full-stack no está siendo llenada por las universidades, dado que no siempre los graduados de ingeniería informática o en computación cuentan con las especialidades que requiere el mercado.
A lo anterior, se suma el hecho de que los egresados de la carrera de programador no dan abasto para llenar la actual demanda en el mercado laboral chileno. Esto se ve reflejado en los salarios que tienen los desarrolladores proyectados por la guía salarial Robert Half 2021, donde, por ejemplo, el salario bruto de un desarrollador full stack puede variar entre 2,3 MM y 3,6 MM.
Mientras los salarios más altos están asociados a los cargos de gerencia en diversos ámbitos de las ingenierías, la guía muestra que en el caso de los desarrolladores pueden llegar a sueldos tan altos como los de un gerente, sin requerir que el cargo sea gerencial.
En tanto, los desarrolladores back-end, según la misma guía, tienen salarios que fluctúan también entre los 2,3 M y los 3,5. Asimismo, un científico de datos varía entre 2,9 MM y 4,1 MM.
Si bien en el caso de las Pymes todavía es difícil alcanzar estos rangos, según proyecciones de Coding Dojo un desarrollador full-stack, principiante, que accede a su primer puesto de trabajo, podría ganar un mínimo de 1.000.000.
En el caso de los desarrolladores, lo más importante es que sepan mantenerse al día en las nuevas herramientas tecnológicas y lenguajes que se actualizan rápidamente, varias veces al año.
Sebastián Espinosa, director de Coding Dojo para Latinoamérica, comenta que “cualquier persona puede aprender a programar con la metodología de enseñanza y las herramientas adecuadas, como las que ofrecen los bootcamps full-stack de 14 y 16 semanas”. Según su experiencia, con más de 6000 graduados en Estados Unidos, si bien los alumnos que ya cuentan con un grado universitario de informática o ciencias de la computación tienden a aprender entre un 20 y un 40% más rápido que un estudiante sin experiencia previa. Esta brecha se reduce para el 60% de los alumnos sin experiencia previa durante el segundo mes de bootcamp. Al finalizar estos cursos intensivos, alrededor de un 10% de los alumnos sin experiencia previa puede llegar a superar a los que cuentan con alguna experiencia en computación.
“Otra estadística relevante para que un desarrollador logre manejarse de forma fluida y esté preparado para su próximo trabajo en programación, es que al menos tenga 100 horas dedicadas a trabajar código y algoritmos al mes», indica el director de Coding Dojo. Se trata de aprendizaje progresivo, no lineal, que requiere pensamiento lógico y dedicación.