El tercer retiro de fondos del sistema de capitalización individual administrado por las AFP ha generado más de 5,2 millones de solicitudes dentro de los primeros 5 días. Donde el retiro promedio alcanza $1,5 millones de pesos y se han pagado correctamente más de 1,7 millones de operaciones. En total, US$3.684 millones han salido de las pensiones de los cotizantes, los cuales dejarán de construir el ahorro para los periodos del cese de actividad laboral de los chilenos.
En términos generales, estos fondos se han destinado a pagar deudas, alimentación y servicios básicos, ahorro e inversión y consumo de bienes no esenciales.
Es importante considerar el trasfondo financiero en la decisión y los impactos del tercer retiro en las pensiones. Respecto a lo primero, la decisión de financiar necesidades temporales con fondos estructurales constituye una contradicción respecto a lo dictado por la teoría financiera. En busca de un equilibrio, estos capitales más profundos deben estar orientados a solventar necesidades con periodicidad similar, es decir, pensiones desde el momento del retiro o menor actividad laboral.
En relación con lo segundo, este tercer retiro asume una caída promedio del 30% en las futuras pensiones, que a la fecha ya están en desmedro, lo que genera una presión adicional a la reformulación del sistema o la eliminación de este.
No obstante, pocas iniciativas van en la dirección de mejorar las pensiones, más bien ideas sensacionalistas orientadas a resolver un problema puntual con mirada cortoplacista e intereses políticos, sin hacerse cargo del fondo. Se recuerda una vieja forma de gobernar: panem et circenses.
Jaime Vera Docente Escuela de Ingeniería Comercial Universidad de Las Américas