CONTAMINACION AMBIENTAL Y COVID19
Juan Cristóbal Guerrero San Martín
Director Carrera de Kinesiología
Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia.
La llegada del invierno y el frío han provocado que inmediatamente se sienta ese olor a humo de leña, tan característico del sur de Chile y signo inequívoco que nuestras estufas han vuelto a funcionar, generando incluso episodios de contaminación ambiental que han obligado a decretar medidas como la pre-emergencia y emergencia ambiental.
Esto, porque el 80% de la contaminación medioambiental corresponde al uso de las estufas a leña, en todas sus versiones. Pero, sería poco criterioso solicitar a la población que no se calefaccione o que use otros métodos de calefacción que son de mayor costo, como el pellet o los asociados al uso de kerosene; estos últimos, además, generan contaminación intradomiciliaria, cuestión que también es factor de riesgo para enfermedades respiratorias.
¿Qué hacer?, ¿Podemos seguir utilizando nuestras estufas a leña? En el corto plazo, quizás sí; a largo plazo, podríamos pensar en subsidios del Estado para consumo de energía eléctrica, paneles fotovoltaicos o gas, aunque los planes de descontaminación ambiental apuntan hacia un recambio progresivo de los calefactores.
Por el momento, el uso de leña de buena calidad (considerando buena calidad como un porcentaje de humedad menor al 20%), podría mejorar el proceso de consumo de la leña, mejorando también el nivel calórico y disminuyendo el material particulado 2,5, el más pequeño y el que más afecta la salud, pudiendo aumentar las enfermedades respiratorias y cardiorrespiratorias en niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con patologías crónicas, entre otras, aumentando hasta en un 15% la mortalidad asociada al COVID19.
El llamado es a informarnos de la situación de la calidad del aire por las vías que dispone el Ministerio de Medioambiente para conocer cuál es la situación del aire de nuestra ciudad y evitar, incluso más que ahora, no salir de nuestros hogares, considerando que se han realizado estudios que demostrarían que el SARS-CoV2 podría permanecer por más de 2 horas en el aire en aquellos lugares donde los niveles de contaminación (del aire) son más altos.
Por otro lado, al quedarnos en casa en muy importante ventilar todos los espacios al menos una vez al día durante 20 minutos, y si estamos con más personas, siempre respetando los aforos, mantener espacios abiertos y bien ventilados para prevenir contagios por contacto estrecho intradomiciliario.
Debemos además ser responsables en la calidad y el uso de la leña como medio de calefacción y en especial en estos momentos de dificultad que vivimos como país, sin dejar de mencionar que debemos #quedarnosencasa.