Programa de Investigación Pesquera UACh publicó tercer informe del monitoreo al Área Marina Protegida de Aysén
Implementar un programa de monitoreo de la calidad ambiental y objetos de conservación presentes en los ambientes fluviales, estuarinos y marinos del Área Marina y Costera Protegida de Múltiples usos Pitipalena-Añihué (AMCP-MU), es el objetivo general que persigue el proyecto ejecutando por el Programa de Investigación Pesquera del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh) en la Región de Aysén.
Hasta el momento, la investigación que es financiada por el Ministerio de Medio Ambiente y que ha reunido a investigadores de la Universidad Austral de Chile, asociados a investigadores independientes y técnicos locales, ha realizado tres campañas de monitoreo y acaba de publicar los resultados de la última de ellas.
Según indicaron los investigadores, en términos globales se observa una fuerte variación estacional en los aportes de agua dulce. Si bien no se observa claramente la disminución del aporte de agua dulce al sistema, queda de manifiesto que entre 2008 y 2020 existe una tendencia a la disminución del espesor de la haloclina al menos en el sector Pillán.
“Según los parámetros estudiados se indica un buen estado del sedimento ya que no posee enriquecimiento orgánico y los valores pH y redox se encuentran dentro de lo normal”, comentaron los investigadores.
En lo que respecta a la biodiversidad de especies bentónicas que habitan sobre el fondo marino , estas muestran diferencias en la composición de especies entre los sectores semiencerrados (al interior del fiordo, Canal, Ensenada, Pillán) donde dominan los chorito y cholga; y los sectores más expuestos en la rada Palena (Hermanas, Coca, Colorado, Añihué) donde dominan especies como erizos, pepinos de mar y estrellas.
“Aunque en 2017 había sido observado un ejemplar del género Metridium (una especie invasora que proviene del hemisferio norte), se ha confirmado su presencia en una de las estaciones del AMCP-MU, lo que es coincidente con lo observado en otros monitoreos en la región de los Lagos y Aysén”, agregaron los investigadores.
Del mismo modo, los resultados del monitoreo de mamíferos marinos permitieron registrar 7 especies distintas, siendo la más frecuente el lobo común (Otaria flavescens). La observación de visón (Neovison vison) en al menos dos de las zonas es considerada una amenaza para aves adultas y también para su éxito reproductivo, lo que debe ser analizado en mayor profundidad.
“En el caso de las aves se observaron entre 23 y 35 especies en las tres campañas hasta ahora realizadas, observando menor frecuencia de avistamientos en noviembre de 2019 (460 avistamientos, 23 especies) y mayor frecuencia en noviembre de 2020 (1540 avistamientos, 35 especies)”, añadieron.
Los resultados obtenidos hasta ahora muestran un patrón de aumento de la biodiversidad en las zonas más expuestas del AMCP-MU, lo que debe ser analizado en detalle para entender los procesos asociados. Por otro lado, las series de tiempo de temperatura y salinidad de la columna de agua, complementada con la serie de tiempo de descargas de río y agua caída, dan cuenta de un sistema con alta variabilidad en sus primero 20 m de profundidad.
Así, se sugiere hacer esfuerzos por recolectar toda la información disponible del AMCP, incluirla en el análisis y alojarla en un servidor donde quede disponible para la comunidad.
“También se sugiere incorporar las series de tiempo, ya sea a través de convenios con el Instituto de Fomento Pesquero (ejecutor) o el Ministerio de Economía (mandante), lo que además de ayudar a entender los procesos que ocurren en el AMCP-MU Pitipalena Añihué, darán un mayor valor a los programas de monitoreo que realiza IFOP en la zona”, concluyó el informe.
El equipo de trabajo está integrado por Carlos Molinet, Alejandra Lafón, Manuel Díaz, Jorge Henríquez, Thamara Matamala, Leny Cares, Katherine Espinoza, Jaime Valencia y César Salgado, del Programa de Investigación Pesquera UACh; Patricio Merino y Rodrigo Parra, de la Fundación Pitipalena Añihue; Madeleine Hamame y Paula Ortíz, del Centro de Investigación en Ecosistemas Patagónicos; Victor Raimilla, investigador independiente; Jacqueline Boldt, del Campus Patagonia UACh; y Nathalie Brito, de Raúl Marín Balmaceda.