Muertes por cáncer: cuando el diagnóstico y tratamiento oportuno hace la diferencia
Gabriela Garnham, gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH).
Hace unos días se reveló un estudio de la revista The Lancet Oncology, realizado por expertos nacionales e internacionales, donde se proyectaban 7 mil muertes adicionales por cáncer de aquí a 2030 en nuestro país debido a diagnósticos y tratamientos no oportunos, como efecto de la pandemia.
Si en promedio se notificaban 5 mil nuevos diagnósticos de cáncer al mes, esta cifra cayó a la mitad durante la pandemia. El resultado es que la detección, probablemente, llega en etapas más avanzadas de la enfermedad, donde se requieren tratamientos más complejos y con un peor pronóstico.
En un país donde el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel nacional, es urgente reducir las brechas de acceso a diagnóstico y tratamiento que agudizó la pandemia. Para dimensionar el impacto de esta enfermedad en la salud pública solo basta revisar algunas cifras: Anualmente mueren aproximadamente 28 mil personas en Chile por cáncer, casi la misma cantidad de fallecidos por Covid-19 en 2020.
Sin duda que el Covid-19 generó una pandemia oculta de personas con cáncer no diagnosticadas y con tratamientos interrumpidos. Es por ello que desde la industria de dispositivos médicos llamamos a pacientes crónicos y opinión pública en general, con urgencia, a retomar los controles y exámenes preventivos, ya que un diagnóstico y tratamientos oportunos hacen la diferencia.
Gracias a los dispositivos médicos, los pacientes con cáncer pueden acceder a un diagnóstico más temprano y a un tratamiento más preciso, que permita disminuir complicaciones, y en los casos no terminales, planificar procedimientos terapéuticos personalizados para lograr una recuperación más rápida, mejorando su bienestar y calidad de vida.
La innovación de los dispositivos médicos para la prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidados terapéuticos de esta patología se amplía a diversas áreas: En la Prevención, los cribados (screening); en el Diagnóstico, desde los test genéticos y marcadores tumorales hasta los exámenes de imagen (como mamografía, rayos X, resonancia magnética, tomografía, medicina nuclear, PET); en el Tratamiento, con procedimientos como cirugía, quimioterapia y radioterapia, con semillas de radio isotopos o intraperitoneal; y en Cuidados Paliativos, desde el monitoreo en el hogar hasta las bombas de manejo del dolor, entre muchos otros. Así, mientras algunos dispositivos médicos permiten identificar la localización exacta del tumor, para un tratamiento adecuado y oportuno, otros pueden detectar lesiones no palpables en el examen físico; o diagnosticar y realizar seguimiento a la respuesta al tratamiento.
Esperamos que la Ley Nacional del Cáncer, promulgada en octubre de 2020, permita reactivar los diagnósticos tempranos y realizar más tratamientos, cirugías y terapias a tiempo, de tal manera de contribuir a la calidad de vida de los pacientes. Por nuestra parte, como asociación gremial, reforzamos nuestro compromiso en investigación e innovación para la incorporación de más y mejores dispositivos médicos en beneficio de millones de personas que se enfrentan a esta enfermedad.