DE PRODUCIR A ALIMENTAR
El cambio climático y las nuevas preferencias de las personas imponen grandes desafíos al futuro del sector alimentario. Vivimos una de las peores sequías de la historia, sumada a la creciente escasez de suelo productivo y una reducción globlal de mano de obra para las labores del campo. Así todo, gracias a los avances tecnológicos y la capacidad de innovación y emprendimiento que existe en las regiones del pais, miramos el futuro con optimismo. Se calcula que al 2050 el mundo tendrá cerca de 10 mil millones de habitantes, aumentando el 50% del consumo de alimentos, lo cual es un claro estímulo a nuestra labor.
Hace algunas semanas se realizó la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, con el propósito de avanzar hacia la construcción de sistemas productivos más sustentables, agilizando el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 y respondiendo a las necesidades que el planeta requiere para enfrentar el nuevo escenario climático, la pobreza, el hambre y la malnutrición. A este respecto, nuestro país ha sido lider regional coordinando acciones entre todos lo actores, incluido el comercio internacional, demostrado que este último es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria de la población.
Pero este rol no se puede ejercer de cualquier manera y, por eso, hemos impulsado un cambio de mirada. En plena pandemia visibilizamos el rol crítico de la alimentación, coordinando a los distintos eslabones necesarios para llegar a la mesa de las familias chilenas: productores, trabajadores, transportistas, feriantes, mercados y supermercados; entendiendo que no somos solo un sector económico, sino que también un sector con un alto impacto social y medioambiental. En esta línea, hace un tiempo como Gobierno presentamos un proyecto de Ley de nuevo Ministerio, que propone una mirada integral del sistema alimentario nacional, poniendo un especial foco tanto en el desarrollo rural como en el consumidor final.
Chile tiene hoy la gran oportunidad de transformarse en un referente a nivel mundial en la producción de alimentos de calidad, saludables e inocuos, con ventajas comparativas excepcionales como la contra temporada, el patrimonio fito y zoosanitario, la amplia red de tratados internacionales, el prestigio de país confiable y, por sobre todo, el compromiso de nuestros productores agrícolas y forestales con una producción consciente. Es por eso que en torno al Día Mundial de la Alimentación seguiremos impulsando la producción sustentable, motor de oportunidades y de mejor calidad de vida para todos los chilenos.
María Emilia Undurraga M.
Ministra de Agricultura