Año 2052: Nuestra amiga Carolina, de la Isla Puluqui de Calbuco, vende naves espaciales a distintos países de todo el mundo. Ha mejorado su técnica de ingeniería por años, diseñando diferentes cosas, hasta llegar donde está. Dice que sin el apoyo que ha recibido no habría llegado donde esta, porque por más que tenga los conocimientos y el esfuerzo, nada se logra sola. Sus hazañas han hecho progresar enormemente a la región y al país, y han dado esperanza y sueños a muchos niños de la región y a entusiastas de la ingeniería aeroespacial, la física y la astronomía.
Lamentablemente esto es un cuento. Me dirán que ocurre en el año 2052 y no puedo asegurarlo, pero saben qué, yo sé algo que ustedes no:
Carolina tenía una PYME de vehículos marinos y terrestres personalizados. Ella no hacía ningún auto ni ferry, simplemente la gente le llevaba el suyo y ella los personalizaba aplicando sus conocimientos de ingeniería, dándoles nuevas funciones. Pero el 2020 llegó la pandemia y que la gente ya no pudiera salir por la cuarentena, junto al aumento de la cesantía, hicieron que su negocio perdiera clientes.
Carolina fue a pedir el FOGAPE, pero se lo negaron. Le dijeron que no era rentable, que era de alto riesgo.
¿Se imaginan el Estado se la hubiera jugado por Carolina, y el 2052 ella hubiera llegado a ser la protagonista del minicuento que les conté al inicio?
El Estado no hubiese “gastado”, no hubiese “arriesgado”. Habría invertido.
Carolina no existe, pero es una representación de una realidad que existe y existió en la región. Me contaron que el exministro Briones dijo acá mismo en la región, consultado por las personas que fueron negadas del FOGAPE: “¿Usted prestaría plata si sabe que no se la van a devolver?”
Es una repuesta válida, pero sin sentido y descriteriada. El principio del FOGAPE era que tenía garantía estatal, y, por tanto, de no poder pagar, se entiende que el Estado, hace de aval.
Aún así estamos siendo conservadores, creo. No sólo el estado debió haber garantizado los préstamos con garantía, en algunos casos incluso debió haber inyectado los recursos por si mismo. No es gastar, es invertir, como dije en el caso ficticio de Carolina.
“No hay tanta plata”. Obvio que eso tiene algo de razón, pero ¿la plata que se está gastando actualmente, se está gastando bien?
Por eso aparte de invertir en la PYMES, mi enfoque de “Los Lagos CRECE” tiene otra arista. La responsabilidad en el gasto público. Si queremos que nuestra región crezca, aparte de invertir, debemos ahorrar.
De ser Consejero Regional ese es mi compromiso, poner foco en la inversión y cuando se discutan presupuestos, presentar reparos y modificaciones a gastos que se puedan reducir o directamente eliminar. No es humo, es una competencia del CORE y se debe usar.
No dejemos que se pierda el potencial de nuestra región por no poner la plata donde podría ser más útil.
No dejemos morir a nuestras PYMES.
Jordi Valenzuela Muñoz es artista audiovisual e ingeniero informático en proceso. En el pasado formó parte de dos Centros de Estudiantes, diversas causas medioambientales y de derechos digitales y actualmente en como apoyo técnico en comités para la vivienda.
Hoy es candidato a Consejero Regional por Puerto Montt, Puerto Varas, Calbuco, Frutillar, Llanquihue, Los Muermos, Maullín, Fresia y Cochamó.
Sus principales enfoques son: una región empoderada, una región segura, una región equitativa, una región moderna y una región verde.
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