Desde noviembre de 2020 es el encargado de mantener operativos los distintos equipos que permiten las comunicaciones con el continente. Desde que fue aceptado para integrar la Dotación Antártica 2020-2021, el Cabo Primero Ariel Vásquez U., sabía que su tarea sería de gran responsabilidad, como mecánico de equipos de telecomunicaciones, es quien durante el último año ha velado para que la Base Antártica del Ejército General Bernardo O’Higgins “mantenga la comunicación con el exterior, ya sea con internet, intranet o telefonía, y que todo el personal pueda estar en contacto con sus familias, sobre todo en invierno que es más complicado, en que la nieve tapa las antenas o las congela”, advierte.
“La postulación a la Dotación Antártica fue porque sabía lo que se vivía aquí en las comunicaciones y lo extremo del lugar, que no es fácil. Entonces, como telecomunicador, es una de las experiencias más gratas poder mantener las comunicaciones por todo el año, como ha pasado hasta ahora, viendo que es una de las cosas más importantes para los familiares”, dice orgulloso el Cabo Primero Vásquez desde el continente blanco.
“Una de las cosas más difíciles es separarse de la familia”, dice desde su puesto de trabajo en la Base Antártica del Ejército General Bernardo O’Higgins. Reflexionando sobre el último año lejos de su hogar y de sus camaradas en la Jefatura de Telecomunicaciones, toma el peso de la responsabilidad que ha cargado en sus hombros: “En la unidad en que trabajo, la mayoría somos mecánicos de telecomunicaciones. En caso de falla, uno la puede superar con ayuda. Acá no, cada uno tiene su puesto y debe intentar superar el problema y velar para que todo funcione bien”.
Las historias de su tío, militar en retiro, fueron las que lo inspiraron a seguir la carrera militar, siempre escuchando a su vocación de servicio, también es voluntario de la VI Compañía de Bomberos de Ñuñoa, atento a cuando su ayuda sea requerida.
Además de cumplir un año de estadía en la Base Antártica del Ejército, a la espera que una nueva dotación los releve de sus puestos, agrega que “de esta experiencia hay varias cosas que me llenan. Una es estar acá representando al país y al Ejército y, sobre todo, que las comunicaciones estuvieron funcionando todo el año. La parte profesional creció bastante y el apoyo de mis camaradas ha sido fundamental, siempre creyendo en uno”.
En el continente su familia lo espera, con la promesa de que lo primero que hará es concretar la decisión que tomó antes de partir su viaje: “me voy a casar”.