Mitos y verdades de los suplementos dietéticos
Una alimentación balanceada y ejercicio son los elementos fundamentales para que se logre llegar al peso correspondiente para cada organismo. Ni los suplementos, ni las dietas exprés son mágicos para conseguir este objetivo.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Chile tiene casi el 75% de su población adulta con obesidad o sobrepeso, ocupando el segundo lugar después de México y superando a países como Estados Unidos. Y aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a ésta como una enfermedad crónica no transmisible, en nuestro país no y, por ende, tampoco cuenta con guías clínicas actualizadas.
Es en este contexto donde el querer ser delgados no sólo pasa a ser un gusto estético, sino que una preocupación de salud pública. Sin embargo, la obsesión por perder peso podría provocar importantes daños en la salud. Muchas son los productos que prometen ayudar a las personas a conseguirlo, pero ¿son realmente efectivos y beneficiosos para nuestro organismo?
Según Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, “ningún suplemento para quemar grasa corporal, o dieta exprés o pastillas que prometan la inhibición del apetito son milagrosos. En el caso de los suplementos, son una ayuda que se le ofrece al organismo para complementar la dieta, a través de macro o micronutrientes, pero si su consumo o dosis no están determinados y controlados por un especialista – y de acuerdo a los objetivos de cada paciente- no generarán grandes efectos y, por el contrario, podrían causar más problemas al organismo”.
Por eso es importante desmitificar la composición y el uso de este tipo de productos para alcanzar un peso normal y, más importante aún, la salud y el bienestar de cada tipo de persona.
– Los suplementos reemplazan las comidas: Falso.
Éstos no deben ser vistos como una opción para las comidas básicas del día, son sólo un complemento. “Para incluir suplementos en la dieta se debe tener claridad del tipo de producto que se necesita, la forma de consumirlos, horarios y si existen algunas restricciones médicas dependiendo de cada persona. Haciéndolo de forma correcta, podrán mejorar el rendimiento del organismo”, comenta Molina.
– Debes comenzar o mantener una rutina de ejercicios si los incorporas a tu dieta: Verdad
Los suplementos no son productos mágicos que actuarán por sí solos. Sólo un plan completo para bajar de peso, que incluya ejercicios de forma periódica, además de una dieta balanceada, logrará que se pierdan los kilos de más.
– Los suplementos funcionan para todas las personas de la misma manera: Falso
Cada persona es un universo, por lo que dependerá de su peso, condición base, si posee o no patologías crónicas, el tipo de alimentación que lleva, entre otras, el tipo de producto que podrá ingerir para ayudar a lograr sus objetivos. Como destaca la farmacéutica, “algunos de los suplementos que pueden ayudar en estos casos poseen vitaminas y minerales y, en muchos casos, el exceso de estos nutrientes pueden ser dañinos para el organismo. Por eso es fundamental que antes de consumirlos, se consulte con el médico especialista y se actúe bajo su recomendación”.
– Si comienzas a tomarlos, no puedes dejarlos para lograr resultados: Falso
De hecho, se pueden dejar de tomar en cualquier momento, ya que no son parte fundamental del plan alimenticio o la actividad física recomendada. Los suplementos podrán ayudar a complementar éstos, pero son sólo eso: un complemento.
Dietas exprés y pastillas “milagrosas”
Considerando que la obesidad (o poseer un índice de masa corporal -IMC- superior a 30) no sólo conlleva serios riesgos a la salud -aumentando la prevalencia de otras patologías crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial y hasta infartos agudos al miocardio- sino también es socialmente cuestionada desde la estética, no es de extrañar que ad portas del verano el consumo de productos que prometen inhibir el apetito o dietas exprés aumente dentro de la población.
El problema, indica Molina, es que “la mayoría de estas dietas excluye ciertos nutrientes, desequilibrando por completo al organismo. Las dietas deben cumplir con los requisitos de ser equilibradas, variadas y moderadas, haciendo posible el mantenimiento de una salud óptima aportando menor energía de la que gastamos. Por lo demás, se debe tener la seguridad de que el alza de peso no sea por algún trastorno metabólico, por eso debe ser recomendada por un especialista”.
Asimismo, es categórica respecto al uso de productos inhibidores del apetito. “Ningún medicamento debe consumirse sin supervisión médica, menos los formulados para bajar de peso, ya que en dosis inadecuadas o pacientes con otras patologías, pueden generar hipertensión pulmonar, aumentos de la presión arterial, accidentes vasculares y hasta fases maniacas en personas bipolares”, señala. Y no es de extrañar que la facultativa haga hincapié en este punto, considerando el aumento en un 300% en las ventas de fármacos inhibidores del apetito desde 2013 al 2017, detectado por el Instituto de Salud Pública (ISP).
“La ingesta de cualquier producto, ya sea suplementos, hierbas medicinales, pastillas milagrosas u otros, trae un riesgo importante para la salud no sólo por el abuso de éstos, sino también por las interacciones con otros fármacos y los efectos secundarios que generan. Sólo una dieta balanceada, ejercicio físico y el control de profesionales en este proceso logrará que una persona llegue a su peso adecuado sin poner en riesgo su salud”, finaliza.