A dos semanas de la entrega de los resultados PTU Calma, contención y perder el temor a equivocarse • Ansiedad, incertidumbre y dudas sobre qué estudiar o si la elección será la correcta, son emociones comunes en este proceso.
• La familia es fundamental en contener y mostrar que equivocarse o cambiar de opinión, es más común de lo que se piensa.
La segunda semana de diciembre, más de 270 mil jóvenes rindieron la Prueba de Transición Universitaria (PTU), la cual a partir del próximo año pasará a tener otro nombre y dinámica.
Sin embargo, sea cual sea la denominación, lo cierto es que hay una misma constante: la ansiedad que provoca en los adolescentes al sentirse frente a un proceso nuevo y, más aún, esperar el desenlace. Los resultados serán publicados el 11 de enero en acceso.mineduc.cl, mismo día en que se iniciará la postulación centralizada a las universidades.
Quedan 2 semanas ¿cómo vivirlas (o sobrevivirlas)? Para Carla Cerda, psicóloga de la red Cognita, con 14 colegios a lo largo de Chile, “Durante este período se sugiere desarrollar actividades que ayuden a gestionar el estrés, como ejercicios de respiración, meditación o actividades que permitan estar en calma.
Estar en contacto con un círculo de apoyo y vínculos optimistas, que reconforten y alienten, y permitan atravesar este período entendiéndolo como un aprendizaje, en donde la posibilidad de fracaso también sea vista como una opción de crecimiento”, señala. En ese mismo sentido, la profesional señala que el soporte familiar es fundamental.
“siempre y cuando esté disponible para acompañar en el proceso, brindándole al estudiante una actitud optimista, de confianza, resaltando las potencialidades de su hijo o hija y abriendo espacios para que ellos puedan expresar sus emociones, miedos y expectativas, fomentando la autoconfianza, la autocompasión y la superación personal”.
El miedo a tomar una decisión A pesar de la preparación, el éxito siempre será relativo y, a veces, más que el resultado final, el proceso de espera y la elección se vuelven un estrés impensado. ¿Cómo orientar a un joven que no sabe qué estudiar o está inseguro en cuanto a sus opciones? Lo esperable es que los estudiantes hayan recibido en sus establecimientos educativos un plan de acompañamiento en orientación vocacional que les permita llegar a este momento crucial con una decisión clara, responsable e informada respecto a su futuro vocacional. “Si es que esto no ocurre, es fundamental contar con el apoyo familiar para escucharlo e iniciar un proceso de autodescubrimiento, basado en la identificación de habilidades, intereses y proyección futura, acompañando sin presionar y sin direccionar la elección.
Resulta importante también, contribuir a perder el miedo a equivocarse, o tomar una decisión que en un futuro pueda cambiar”, recomienda Carla Cerda. Por otra parte, si durante este proceso la persona se encuentra ansiosa, se aconseja mantener la calma, entendiendo que cierta sintomatología psicosomática, de manera aislada, es esperable. “No obstante, si dichas señales físicas, sumadas a una intensa preocupación por la imposibilidad de tomar una decisión, inciden en el desempeño cotidiano del/la joven, generando malestar, se hace necesario buscar ayuda profesional”, complementa.
Finalmente, la especialista concluye en que lo que se debe transmitir a los adolescentes, es que la decisión de qué estudiar debe tener una suerte de proyección, pero el equivocarse, arrepentirse o tener una segunda idea respecto de agregar un nuevo giro o una nueva forma de ver el contexto laboral, también es posible, y es mucho más común de lo que se cree.