No podemos bajar la guardia frente al cáncer de todo tipo y la mejor manera de evitar el peor pronóstico es detectándolo a tiempo. Es por eso que debemos continuar apoyando esta causa desde el Estado y los privados. Las campañas de concientización ayudan, pero debemos pensar en nuevas formas de acercar la prevención y el tratamiento a las personas. Muchas veces el factor económico, el de tiempo y de traslado impiden que las personas se realicen el estudio a tiempo, no es solo el desconocimiento y desinformación lo que los lleva a postergar los controles.
Es por ello que creo firmemente que el acompañamiento continuo desde la prevención hasta el tratamiento, junto a la descentralización de las campañas serán claves para disminuir estas cifras. Además, de la responsabilidad que muchos tenemos como líderes para poder permitir espacios de cuidado para quienes trabajan junto a nosotros.