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Con el inminente retorno de los escolares a sus clases de manera presencial, surgen muchas dudas sobre cómo y qué medidas mantener para evitar riesgos de contagio por el COVID-19 y sus variantes. Por supuesto que la alimentación no se queda fuera de las medidas higiénicas que se deben adoptar. Así, desde el punto de vista alimentario nutricional, podemos entregar las siguientes recomendaciones:
En primer lugar, hay que tener presente que, desde inicios de la pandemia, entidades gubernamentales tanto nacionales como internacionales afines a la inocuidad alimentaria, indicaron que no hay evidencia que demuestre que los alimentos, como materia prima, sean un riesgo de transmisión del virus del COVID-19. Por lo tanto, las medidas higiénicas deben estar centradas en las personas que manipulan los alimentos y, por supuesto, en quienes vamos a consumirlos.
Una precaución esencial y que se recomienda desde siempre es que toda persona que vaya a manipular un alimento, para realizar una preparación o para consumirlo, debe previamente lavarse las manos con jabón o, al menos, higienizarlas con alcohol o alcohol gel.
En caso de consumir alguna fruta o vegetal crudo, estos deben ser previamente lavados, retirando el exceso de tierra que puedan tener; luego, pueden ser lavados con jabón o detergente para lavar la vajilla o bien, lavarlos con una dilución de 1 litro de agua con 3 a 5 cc de cloro (1 cucharadita rasa), basta con ser lavadas con esa agua y no remojarlas. En ambos casos, se debe enjuagar muy bien el alimento antes de ser consumido.
En el caso de comer en el casino del colegio o universidad, a pesar de que existen protocolos de sanitización, se recomienda limpiar la superficie de la mesa usando, por ejemplo, alcohol o alcohol gel, y dejar que se seque durante al menos 15 segundos. Lo mismo aplica para los cubiertos, los que se pueden limpiar roseándoles alcohol.
Otra medida importante, por irrisoria que suene, es mantener la mascarilla puesta hasta que el alimento esté disponible para ser consumido, y evitar conversar con compañeros sin esta protección indispensable.
Desde el punto de vista nutricional, si bien es cierto, la evidencia actual indica que no hay alimentos o nutrientes que prevengan o curen el contagio por COVID-19, disponemos de estudios que demuestran que un adecuado consumo de alimentos ricos en vitamina D podría ser protector; por ejemplo, lácteos como leche o yogurt, preferentemente descremados; otra excelente fuente natural de esta vitamina son los pescados azules o grasos, como el jurel, atún caballa o salmón.
Otra recomendación que entrega la Organización Mundial de la Salud (OMS), es estar bien hidratados, idealmente con agua, evitando las bebidas o jugos azucarados. La recomendación mínima es consumir 8 vasos de agua al día, para tener una referencia.