Aduana de Puerto Montt controla a pasajeros que llegaron en cruceros a la Isla de Chiloé
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- Arribaron a Quemchi y Castro, donde se habilitaron áreas especiales de fiscalización y control junto a los otros servicios públicos y la Armada.
Equipos de funcionarios de la Aduana Regional de Puerto Montt, pertenecientes a la Unidad de Drogas y Delitos Conexos, participaron en el control de pasajeros de los cruceros “Le Boreal” de bandera francesa y “Roald Amundsen” de bandera noruega, que recalaron en la Isla de Chiloé en marzo. La primera nave llegó a Quemchi con 98 pasajeros y 18 guías exploradores, mientras que la segunda estuvo en Castro con 220 pasajeros.
En ambos casos, se implementó un programa educativo y de orientación a través de la entrega de folletería informativa de la Aduana, como parte de las acciones para el cumplimiento voluntario de la normativa aduanera por parte de turistas extranjeros, principalmente en lo relacionado a control y declaración de ingreso de divisas extranjeras, equipaje de viajeros y control de contrabando de mercancías prohibidas o ilegales.
Asimismo, se ejecutaron las fiscalizaciones de rigor tanto a los viajeros como a sus equipajes y pertrechos en las áreas de control habilitadas por las respectivas Capitanías de Puerto, revisión realizada junto el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Servicio de Salud y la Armada.
El Director Regional de la Aduana de Puerto Montt, Pablo Elvenberg, destacó que “estas recaladas en Chiloé fueron posibles gracias a los lineamientos del Servicio en relación a la facilitación del comercio exterior, que no solo radica en las transferencias de mercancías, sino que también de los servicios como el turismo de cruceros”
En coordinación con todos los servicios públicos e instituciones encargadas de la seguridad fronteriza marítima, se habilitaron excepcionalmente puntos de recaladas durante los días en que llegaron los cruceros a la Isla de Chiloé y así facilitar el desembarco de los pasajeros, lo que fue en directo beneficio de los emprenderos y comerciantes de Quemchi y Castro, como artesanos, cocinerías y otros servicios relacionados.
“Esto se realizó sin renunciar al necesario resguardo del interés fiscal a través de una adecuada fiscalización no invasiva, como también educar a los turistas extranjeros que nos visitan con la entrega de folletería, orientación y respuestas a consultas de los visitantes”, concluyó Elvenberg.