Cada semana, profesionales de Santo Tomás establece su calendario de trabajo en este proyecto que los acompañará durante once meses, concurriendo a las viviendas de quienes fueron diagnosticados en sus necesidades de salud física y mental, junto con el apoyo material en implementos de aseo hogar y personal.
Este invierno tendrá un tono distinto para un centenar de adultos mayores de la provincia de Chiloé. Y aunque se prevé lluvioso y frio, esos hogares tendrán un calor de acogida para el equipo profesional que se encarga de visitar semanalmente a hombres y mujeres que son parte del proyecto “Programa de Visitas Domiciliarias en la región de Los Lagos”, iniciativa que es desarrollada por las Instituciones Santo Tomás, cuenta con el financiamiento del Gobierno Regional de Los Lagos y la supervisión técnica del Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Es que la vida de muchos adultos mayores es una realidad poco reconocida en las familias chilotas. Son numerosos los casos de personas que viven en completa soledad y cuyo vínculo con la comunidad son únicamente los vecinos que practican la solidaridad con quienes transitan esta etapa de sus vidas.
Las 10 comunas de la provincia chilota se encuentran coordinadas a través de sus oficinas de Adultos Mayores, con las cuales ha existido una colaboración desde el mes de febrero pasado, fecha en la cual se abordó la etapa de diagnóstico de necesidades y puesta en marcha de los equipos sectoriales. Son catorce profesionales que se distribuyen en tres agrupaciones comunales para realizar las visitas: Chiloé Norte (Ancud, Quemchi, Dalcahue y Castro); Chiloé Interior (Quinchao y Curaco de Vélez) y Chiloé Sur (Chonchi, Puqueldón, Queilen y Quellón).
Para la mayoría de los integrantes del equipo en terreno se trata de una experiencia única y
enriquecedora. Algunos recién egresados de las aulas tomasinas, han encontrado en los adultos mayores un sentido profundo de servicio a la comunidad. Tal como lo reseña la Trabajadora Social, Carla Paillaleve, coordinadora provincial de la intervención. “Ha sido un periodo de muchas emociones personales. Las abuelitas y abuelitos esperan estas visitas como espacio de conversación, aunque sirve mucho la entrega de productos y el apoyo médico y social, lo mas relevante es que se sienten personas tomadas en cuenta. Pasamos una parte importante del tiempo de visitas conversando de sus historias de vida y disfrutando de sus anécdotas y saberes ancestrales”, sostiene.
Para las instituciones Santo Tomás esta alianza estratégica con Gore Los Lagos y Senama sólo suma experiencias y amplía el horizonte laboral de sus estudiantes y recién egresados. Cada salida a terreno es un momento para descubrir usos y costumbres que se han ido perdiendo en el túnel de la modernidad, del consumo de bienes tecnológicos y por, sobre todo, en la pérdida de los vínculos con el territorio y sus ecosistemas pródigos en vida silvestre.
La historia de don Rutilio
En la comunidad de Quetalco, comuna de Dalcahue, nació -hace más de 70 años- un niño ciego. También su madre era no vidente y se crio entre brumas y percepciones sensoriales. Su vida ha transcurrido entre las labores del campo y su gusto por la música. La adultez mayor de don Rutilio Gómez ha sido en soledad. Acompañado de su armónica y antiguas melodías que rememoran tradiciones peninsulares, alegra las tardes del equipo, que lo visita semanalmente en su vivienda, para compartir un mate y sus aventuras de infancia.