Reporte del Consejo del Salmón constata alza de 1,6% en empleo el primer trimestre de este año
El Consejo del Salmón de Chile publicó su cuarto “Reporte de empleo”, correspondiente al periodo enero-marzo de 2022. Este informe -que se entrega de manera trimestral y se construye en base a la información reportada por las empresas socias de la asociación gremial- busca cuantificar, caracterizar y dar a conocer las tendencias en los puestos de trabajo que se crean en la salmonicultura chilena.
Según muestra el informe, el primer trimestre de este año, las empresas socias del Consejo del Salmón -que representan en conjunto un poco más de la mitad de la producción chilena de salmón- emplearon mensualmente, en promedio, a 18.830 personas, un 1,6% más que el mismo periodo del año anterior. Un 59% de ellos fueron trabajadores directos y un 41% colaboradores que, a través de contratistas, prestaron servicios dentro de las instalaciones de las empresas.
Los empleos generados se concentraron principalmente en Los Lagos, Aysén y Magallanes, regiones que en la última década han mantenido su tasa de desempleo muy por debajo de la tasa de desempleo nacional. De hecho, en el trimestre enero-marzo 2022 la tasa de desempleo nacional fue de 7,7%, mientras que en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes fue de 3,5%, 5,8% y 4% respectivamente.
El reporte del Consejo del Salmón hace un zoom en el 59% de trabajadores directos, que corresponde a 11.171 colaboradores, y esta cifra muestra un alza de 0,7% respecto del mismo periodo de 2021.
El aumento en el empleo de la salmonicultura se da luego de un 2021 complejo que registró caídas en los puestos de trabajo, debido a, primero, los efectos rezagados de la pandemia del Covid, que derivaron en menores cosechas de salmón y por ende una oferta de puestos de trabajo más baja; y segundo, una menor disponibilidad de trabajadores. De hecho, hubo periodos en 2021 donde algunas empresas tuvieron cerca de un 20% de vacantes sin completar.
De acuerdo a lo señalado por las empresas, la variación positiva de los primeros tres meses de este año está impulsada principalmente por la mayor disponibilidad de trabajadores y, además, por la alta la demanda por salmón en el mundo y de las exportaciones desde Chile.
“La salmonicultura puede generar más puestos de trabajo, si es que Chile logra aprovechar sus ventajas comparativas para producir salmón, dada la sólida demanda con la que cuenta este producto en el mundo. Con ello generamos actividad productiva, empleos y una amplia cadena de emprendimientos y proveedores de distintos bienes y servicios asociados a la salmonicultura que multiplican la actividad en las regiones”, sostiene Joanna Davidovich, directora ejecutiva del Consejo del Salmón.
La representante gremial agrega que, de acuerdo a las empresas, en lo que resta del año debiesen aumentar aún más los empleos en la salmonicultura, dado que hay varias plantas de proceso que entrarán en operación, donde destacan las plantas Cailín y Chonchi de AquaChile, la planta Natales de Australis, y la planta Ancud de Salmones Aysén.
Sin embargo, pese a la sólida demanda por salmón que vemos actualmente, hacia futuro la situación económica mundial enfrenta riesgos que podrían afectarla, lo que sumado a la alta incertidumbre regulatoria en Chile, podría dificultar el crecimiento de la oferta.
“Es importante potenciar la salmonicultura ya que ésta es un motor de la actividad regional en la macrozona sur. Para eso hay que dar certeza juridica a la inversión, tener un marco regulatorio que permita impulsar una salmonicultura sustentable y competitiva con mirada de largo plazo, y de esta forma, generar más empleo”, indica Davidovich.
Este informe considera el empleo que generan las cinco empresas productoras pertenecientes al Consejo del Salmón -que representan en conjunto un poco más de la mitad de la producción chilena de salmón- y los empleos directos de empresas de servicios que se generan en las instalaciones de estas empresas. Por tanto, no están incluidos los trabajadores indirectos que se desempeñan a lo largo de todo el encadenamiento productivo en torno a esta actividad (como proveedores externos de bienes y servicios) que a su vez también impactan positivamente a la actividad económica regional de la zona macrosur de Chile.