En invierno, es necesario que cuidemos que nuestra mascota no pase frío, pero una cantidad excesiva de ropa puede ocasionar hipertermia, deshidratación, decaimiento e inapetencia, lo cual puede culminar en un golpe de calor, e incluso, la muerte.
Julio ha sido el mes más lluvioso en 16 años. Desde la región de Atacama hasta Magallanes, muchas de nuestras mascotas duermen en exterior, entonces nos preguntamos, por ejemplo, si es aconsejable abrigar en esta época a nuestros perros y gatos, en qué momentos debemos hacerlo o cuánto debemos abrigarlos.
En general, sí debemos abrigar a los perros en invierno, sobre todo si vivimos en regiones o zonas más frías. Pero independiente de la zona geográfica y el clima, hay casos que requieren abrigo, ya que presentan alguna condición que los hace más propensos al frío. Por ejemplo, los perros mayores sufren más con el frío que los más jóvenes, que tienen más vitalidad. A su vez, los canes que tienen problemas como la artrosis en la columna o en las caderas no la pasan bien con el descenso de las temperaturas. También los de raza pequeña son más sensibles al frío que los grandes, aunque un perro de raza XXL con pelaje corto, también lo pasará mal con las heladas.
De esta forma, las mascotas que necesitarían abrigo son, en términos generales, perros con pelaje corto o razas de perros que carecen de pelo. También pacientes que estén cursando alguna patología dérmica y no tengan el pelaje apropiado, o falta de pelo en algunas zonas. Se incluyen pacientes que estén cursando alguna enfermedad respiratoria o pacientes inmunocomprometidos. En el caso de los felinos, ocurre lo mismo. Se recomienda abrigar las razas carentes de pelaje como los sphinx y también a aquellos que estén cursando patologías dérmicas, respiratorias y/o inmunológicas.
No obstante, en caso que nuestra mascota viva en el interior de casa, la especialista y veterinaria Ana Monardes, de Gabrica (@somosgabricacl) recomienda no utilizar ningún tipo de abrigo en la mascota estando dentro del hogar y más aún si vive en un lugar temperado y aconseja abrigar solamente en los paseos o al salir de la casa. Hay que considerar que al vestir a nuestra mascota se les disminuye la habilidad que tienen de regular la temperatura de su cuerpo y esto es perjudicial si llegan a temperaturas muy altas. Además, como consecuencia del roce, la ropa puede causar heridas, y si el animal la usa muy seguido, las vestimentas le pueden provocar otro tipo de problemas a la piel.
En general, el frío que podría resistir un perro depende de la raza, del lugar donde habite y el nivel de humedad del ambiente, aunque se determina que esta resistencia varía entre los 7°C los -2°C, aproximadamente. En este sentido, los tipos de razas que pueden soportar las temperaturas de cero grados hacia abajo son el Boyero de Berna, el Pastor Suizo, el San Bernardo, el Alaska Malamutte, el Pastor Belga, el Pastor Escocés y, en el caso de los caninos mestizos, fijarse que tengan doble capa de pelaje.
Dentro de los errores más comunes que cometen los padres de mascotas están irse a los extremos y exagerar en abrigarlos mucho, utilizar telas no hipoalergénicas, produciendo así dermatitis, o no vigilar la temperatura ambiental, pudiendo provocar patologías secundarias.
Es muy relevante prestar atención en no exagerar al abrigar a nuestras mascotas, debido a que “una cantidad excesiva de ropa puede ocasionar hipertermia, deshidratación, decaimiento e inapetencia, lo cual puede culminar en un golpe de calor, e incluso, la muerte”, afirma Ana Monardes de Gabrica.
Por otra parte, respecto del tipo de tela del abrigo, cabe señalar que el polar, si bien es económico, no es una tela hipoalergénica, por eso es aconsejable no mantener a nuestra mascota vestida con polar las 24 horas del día, ni durante toda la semana, ya que el pelo se les apelmaza, y juntan cebo porque la piel no respira. La especialista recomienda, en la medida de lo posible, la utilización de telas como el algodón, ya que es categorizada como hipoalergénica. Aunque, tomando ciertos resguardos, los chalecos de tela de polar no presentan mayores problemas para ser utilizados en las mascotas, y abrigan bastante.
En conclusión, cuando decidimos abrigar a nuestras mascotas no olvidemos informarnos bien sobre las características de su raza o del pelaje que poseen, considerar la temperatura ambiental que enfrentan, evitar colocarles ropa si viven en interior, cautelar si existen patologías de base que puedan afectarles, y cuidar que el abrigo que usemos no provoque molestos efectos secundarios. Como siempre, se recomienda que un buen cuidado de la mascota debe ser bien informado. Para más información ingresa a www.gabrica.cl