Carlos Alberto Faúndez Urbina MSc. Ph.D. académico de la Escuela de Agronomía Universidad de las Américas
La zona centro norte y sur están viviendo una condición denominada “megasequía”, desde hace aproximadamente 13 años. Esta condición de sequía meteorológica indica que la cantidad de agua caída es menor que en un año normal. Para Santiago, un año normal de precipitaciones acumuladas son aproximadamente 310 mm. Durante esta semana se han registrado precipitaciones abundantes en la capital, lo que nos hace preguntarnos ¿logramos un superávit de agua caída a la fecha? La estación Quinta Normal registra 108.2 mm de agua caída acumulada a la fecha y para un año normal deberían ser 163.7 mm, generando un déficit de 33.9%. Por lo tanto, las precipitaciones registradas durante la semana no fueron suficientes para superar el déficit en Santiago. Es más, solo un 14% de las estaciones meteorológicas que se encuentran en la página web de la Dirección General de Aeronáutica Civil, desde Arica a Punta Arenas, se encuentran con superávit; el resto continúa con déficit de precipitaciones acumuladas.
Si consideramos un escenario en el que desde julio a diciembre de 2022 ocurran precipitaciones normales en Santiago y le sumamos las que ya se han producido, el año concluiría con un déficit de aproximadamente 33%. Pero esta posibilidad de lluvias es improbable, debido a la actual presencia del fenómeno climático de La Niña, que supone precipitaciones menores a las normales. La buena noticia es que a la fecha hemos superado los 100 mm, considerados como la precipitación mínima para que no se genere hipersequía, como la registrada en 2019.
Cabe enfatizar que en la zona centro norte y sur también se ha producido una condición de escasez hídrica, relacionada con un desbalance entre la oferta y la demanda de agua. Esta condición se ve agravada por la megasequía debido a que disminuye la oferta. A su vez, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas también puede disminuir la oferta. La sobreexplotación de acuíferos y cauces superficiales en las cuencas hidrográficas (asociada a un exceso de demanda) también empeora la condición actual de escasez hídrica. Por lo tanto, además de preocuparnos de “superar la sequía”, debemos poner atención al desbalance en que se encuentran algunas de las 101 cuencas hidrográficas en chile.