Gabriela Garnham, gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH).
En agosto, a nivel internacional, se conmemora el Mes del Corazón, instancia para promover e informar sobre conductas saludables, prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muertes en Chile y el mundo.
Las patologías cardiovasculares son también parte de las listas de espera GES y no GES, que se han acumulado en nuestro sistema de salud hasta alcanzar una cifra récord en su historia producto del impacto de la pandemia por Covid-19.
Según el Informe de Garantías de Oportunidades GES Retrasadas y LE no GES, al 31 de marzo de 2022, existen 57.042 pacientes esperando por un especialista de cardiología, 4.749 en cardiología pediátrica, 495 para cirugía cardiovascular, 6.270 para cardiopatías congénitas operables y 3.341 para infarto agudo al miocardio.
En cuanto a los días de retraso para hacer efectivas dichas atenciones, estos alcanzan, en promedio, a 76,6 días para accidentes cerebrovasculares; 136,9 para tratamientos quirúrgicos de válvula aórtica; 128 para infarto agudo al miocardio; 184,2 para tratamiento quirúrgico de válvula mitral y tricúspide; y 111 días en el caso de las cardiopatías congénitas operables.
En un escenario especialmente complejo, las autoridades han definido un plan para reducir las listas de espera, apuntando a aumentar en un 30% la productividad de los pabellones del sector público, y continuar con la colaboración del sector privado. Como se observa, enfrentamos un problema de alta relevancia social, que conlleva un desafío para todos los actores que intervienen en el ecosistema de salud, quienes deben trabajar de manera coordinada en beneficio del conjunto de la población.
Los dispositivos médicos han sido claves en el diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades cardiovasculares, permitiendo prolongar y mejorar la vida de millones de personas que viven con patologías del corazón. Es por ello que, hoy más que nunca, la innovación tecnológica debe estar al servicio de los pacientes, permitiendo que exámenes y procedimientos cardiacos sean cada vez más exactos y menos invasivos.
En cuanto a resolución de cirugías cardíacas, los dispositivos médicos son vitales para su realización, pero también pueden colaborar en la optimización del uso de los recursos, a través de soluciones integradas, desde la logística hasta la asistencia a los profesionales. Así, por ejemplo, la asistencia remota y el monitoreo a distancia, los algoritmos de robótica y la nanotecnología se han incorporado como parte de la innovación, impactando en la calidad de vida de las personas con enfermedades cardiovasculares.
Desde la asociación de la industria de innovación en dispositivos médicos (ADIMECH) estamos abiertos a colaborar con los diversos sectores del campo de la salud, poniendo a disposición del país nuestra experiencia, capacidades y soluciones tecnológicas que están llamadas a jugar un rol relevante en el abordaje de la compleja problemática de las listas de espera tanto en cardiología como en otras especialidades.
Creemos que nadie puede restarse de esta cruzada, pues se requiere contar con las miradas de todos los actores involucrados, estableciendo un diálogo que permita diseñar e implementar soluciones creativas e innovadoras en favor del bienestar de millones de chilenos y chilenas.