Graves heridas, enfermedades como la inmunodeficiencia felina, malos olores y el nacimiento de gatitos pueden ser las consecuencias de este periodo del año para nuestros felinos.
En el hemisferio sur, agosto es el mes en que el invierno ya empieza a declinar, y los días comienzan a ser más largos y con mayor luminosidad. Así comienza a acercarse la primavera
El inicio del período de «cruzamiento» de los gatos está asociado al cambio de luz natural que se produce en esta época del año. Las gatas son poliéstricas estacionales, por lo que pueden presentar varios celos que se inician cuando las horas de luz comienzan a aumentar, algo que sucede entre fines de julio y principios de agosto.
Entonces, ¿qué cuidados debemos tener con nuestros gatos durante este mes? Para la especialista y veterinaria Ana Monardes, de Gabrica (@somosgabricacl), “uno de los principales cuidados que podemos brindar es mantener a nuestros gatitos en el interior del hogar, para evitar accidentes, peleas, y/o transmisión de patologías, como inmunodeficiencia felina o leucemia felina. Estas enfermedades pueden contagiarse durante el apareamiento o en peleas de gatos, ya que se transmiten por mordeduras, por la saliva o rasguños”.
Lo primero que tenemos que poner atención en este complicado mes para los felinos, es identificar cómo se manifiesta el celo en un felino, sea hembra o macho. El celo de la gata suele notarse muchísimo más, debido a que hay un marcado cambio conductual, por ejemplo, se encuentran más activas, comienzan a maullar más de lo normal (para llamar al macho), e incluso en ocasiones puede parecer como si estuvieran gritando. Se frota en los muebles y se revuelcan con exageración, además de mostrar una actitud mucho más cariñosa y mimosa. Incluso, si el padre o madre de la mascota acaricia a la gatita en celo, esta puede poner su cuerpo en posición de apareamiento. Además, la hembra manifiesta un interés por escapar de casa, para poder buscar un macho y así poder aparearse.
En el caso de los machos, los maullidos son más intensos de lo normal, pero menos potentes y más cortos que en el caso de las hembras. El macho puede manifestarse nervioso y más agresivo, si se encuentra con otros gatos.
Cabe destacar que la duración del celo en hembras es de una semana aproximadamente y el periodo de gestación es de 58 a 67 días, estimativamente, hasta el nacimiento de los gatitos.
El ciclo reproductivo de las gatas tiene cuatro etapas. El proestro, que dura entre uno y tres días y es el período en el cual la gata atrae a través del olor al macho. Luego se produce el estro, que tiene una duración de 3 a 6 días y es cuando se produce el apareamiento. Posteriormente, el anestro, que si no cuenta con suficiente luz solar comienza una fase de inactividad sexual que puede durar entre tres y cuatro meses. Finalmente, el interestro, que es el periodo de inactividad entre dos celos.
Cabe destacar que en este mes son los gatos quienes suelen visitar las casas de las hembras, y respecto a eso la veterinaria de Gabrica recomienda que “lo ideal sería mantenerla dentro del hogar y cerrar todas las ventanas y puertas, dejarla en una habitación, supervisarla, tenerle alimento y agua, hasta que pase el celo”. Además, en relación a los riesgos de estos incómodos visitantes, agrega: “Las consecuencias son bastantes. La primera es que se apareen, lo que puede derivar en tener gatitos en malas condiciones o propicios para ser abandonados. Otra situación, es que nuestra gatita se contagie con algunas de las patologías ya mencionadas, o salga herida por alguna pelea. En el caso de los machos, estos marcan el territorio donde está la hembra en celo por medio de la orina, emitiendo un fuerte y desagradable olor, lo que genera molestias a los padres de las mascotas”.
Otros riesgos a tener en cuenta son las agresivas peleas entre machos, ya que quedan muy malheridos. También los gatos se pueden exponer a accidentes como traumas por golpes de personas, perros o incluso a ser atropellados por ir detrás de una hembra en celo.
“Efectivamente la mejor solución para evitar todos los problemas ya mencionados es esterilizando a la hembra a temprana edad, así no presentará futuros celos y no se expondrá a accidentes. Las hembras una vez esterilizadas no presentan celo, ya que en el procedimiento quirúrgico (ovario histerectomía) se retira útero y ambos ovarios. En el caso de que la gatita presente sinología de celo, puede deberse a que haya quedado algún remanente ovárico que sigue produciendo hormonas y así genera signos de celo. El macho una vez castrado, no debería presentar celo, lo que sí puede quedar es el marcaje con orina, ya que lo hacen para definir territorio o también por conducta adquirida, todo depende de la edad a la que fue castrado el gatito. Si fue operado a los 6 meses es una conducta que se puede minimizar en su totalidad, pero en los gatos adultos esta ya es una conducta aprendida”, indicó la especialista de Gabrica, Ana Monardes.
La tenencia responsable es un deber que todo padre de mascota tiene que tener en cuenta. Es obligación priorizar el cuidado de nuestros felinos y su calidad de vida, sobre todo ahora en agosto. Por eso, debemos ser responsables a la hora de tener un animalito, estar informados de todo lo que implica tenerlo, ya sea en cuidado con vacunas, desparasitaciones, nutrición y también a la hora de esterilizar, realizándose en el tiempo apropiado, para ser parte de la solución y no del problema. «Los médicos veterinarios recomendamos esterilizar o castrar al felino a temprana edad, ya que los beneficios son muchos y así se evitan posibles accidentes, animales en malas condiciones o abandonos” agrega la veterinaria de Gabrica.
Entones, en este mes de los gatos, la invitación es a conectarse con la responsabilidad de ser buenos padres de nuestras mascotas, apoyando la esterilización de los más peludos de la casa para evitar que se expongan a peligros asociados.