Polibio, historiador del siglo II a.C., da una interesante visión de la historia y sus cambios. Desde un pensamiento cíclico en el que la historia repite, advierte de los regímenes de gobierno en sus formas puras y degeneradas, reflexión que distingue una sucesión inevitable producto de la corrupción y la posterior emergencia de fuerzas restauradoras. Por vicios, imprudencia y desmesura, de la monarquía emerge la tiranía, de la aristocracia la oligarquía y de la democracia la oclocracia –gobierno de la muchedumbre–, momento en que se reinicia la monarquía.
A pesar de la distancia, la historia reitera la actualidad de Polibio. Desde la Antigüedad su teoría se reafirma, y el Chile de hoy no es la excepción. Si la democracia es una forma pura en la que el pueblo, a través de representantes, busca el bien común, la actualidad refleja un sistema dañado: instituciones débiles, políticos falaces, intervencionismo electoral, problemas de gestión y de seguridad, entre otros, muestran los vicios, la imprudencia y la desmesura de un gobierno que, de continuar por esta senda, solo puede conducir a la demagogia.
El problema continuará después, cuando la restauración provenga de un posible régimen autoritario. Veo improbable que el gobierno se reoriente, pero confiemos que lo haga. De no ser así, esperemos que Polibio se equivoque.
Daniel Nieto Orriols
Director Licenciatura en Historia U. Andrés Bello Viña del Mar