Cristian Duarte Valenzuela, académico a cargo del Laboratorio de Ecología Costera e Impactos Antropogénicos de la U. Andrés Bello, ha estado trabajando durante los últimos años en entender cómo la contaminación lumínica artificial afecta diversas especies marinas, como locos o pulgas.
Cristián Duarte Valenzuela, académico a cargo del Laboratorio de Ecología Costera e Impactos Antropogénicos de la U. Andrés Bello, lleva una década trabajando en una línea de investigación que a muchos podría sorprender.
El científico evalúa, junto a un equipo conformado por José Pulgar (UNAB), Pedro Quijón (Prince Edward Island University, Canadá), Stephen Widdicombe (Plymouth MariNE Laboratory, Inglaterra) y Patricio Manríquez (CEAZA), cómo la presencia de luz artificial influye sobre las especies marinas.
“Estamos evaluando cómo la presencia de luz artificial, por ejemplo, la luz utilizada en el alumbrado público influye sobre la condición biológica, conducta, distribución e interacciones biológicas de especies marinas”, dice el académico de CIMARQ-UNAB, quien encabeza estos estudios tanto en la costa de Chile como Canadá.
El también experto del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias de la Vida de la U. Andrés Bello agrega que “tenemos un grupo muy consolidado trabajando en este tópico. Hemos avanzado significativamente en la profundidad de nuestros estudios. Comenzamos en una primera etapa evaluando solo los efectos de la presencia de luz artificial y hoy hemos profundizado en nuestra investigación, evaluando aspectos más complejos, como por ejemplo los efectos de distintos tipos de luces. Por ejemplo, estamos evaluando cómo luces con distinto presencia y ausencia del peak azul (luces cálidas versus frías) influyen sobre la fauna marina”.
Duarte explica que “uno de los principales impactos de esta investigación es mostrarle a la sociedad que la luz artificial, la que no es percibida como un contaminante, puede generar daños significativos sobre diversas especies, incluyendo aquellas de importancia económica (locos – Concholepas concholepas) o ecológica (pulgas de mar – Orchestoidea tuberculata; cirripedios – Jehlius cirratus, entre otros). Podemos mencionar, por ejemplo, que hemos visto una disminución en el tamaño corporal de las pulgas debido a la presencia de luz artificial”.
Efectivamente, en los los Cirripedios a tasa de llegada de individuos fue aproximadamente un 40% menor en presencia de luz, por su parte, en las pulgas aproximadamente 65% menos de crecimiento de los individuos de O.l tuberculata en presencia de luz.
El académico sostiene que esta investigación, que se realiza en el Centro de Investigación Marina (CIMARQ) de la U. Andrés Bello en Quintay, también pretende proponer medidas de mitigación para disminuir los efectos de este contaminante. “En este último punto hemos estado interactuando fuertemente con el Ministerio de Medio Ambiente, apoyando activamente en el desarrollo de una norma que regule la emisión de este contaminante”, concluye.