Karen Manzano Iturra
Instituto de Historia, Universidad San Sebastián
Durante el siglo XX, el establecimiento de los límites fue una discusión permanente. Chile enfrentó en varias ocasiones las problemáticas con Argentina en torno a la frontera en la zona sur – austral, por lo que fueron varias las ocasiones de arbitraje británico. Una de las más olvidadas es la zona de Palena en donde también intervino la recientemente fallecida Reina Isabel II.
La situación de Palena era compleja desde fines del siglo XIX, especialmente por tratarse de un valle cordillerano, por lo que fue definido mediante el arbitraje del rey Eduardo VII- bisabuelo de la reina Isabel II – en 1902; estableciéndose una línea que consideraba los principales hitos del lugar: Río Palena, Río Encuentro, Cerro La Virgen y Lago General Paz.
Las dificultades geográficas, la colonización de la zona y las continuas discusiones sobre dónde se encontraba el Cerro de la Virgen; serían claves para que el límite volviera a ser discutido y luego sometido a un segundo arbitraje entre 1964 y 1966, durante el reinado de Isabel II. Finalmente, el fallo fue favorable a Chile, ya que se le entregó el valle de California, colonizado tempranamente por chilenos y confirmó que el Río Encuentro nace en el cordón de las Vírgenes. Argentina recibió la parte más montañosa del área en cuestión.
Aunque en los últimos días se ha recordado la participación de la monarca en el caso del Beagle, el más conocido por todos; no se debe olvidar que ya había desempeñado un papel relevante como árbitro años antes, en el caso Palena, un laudo que parece olvidado, pero que confirmó la soberanía de Chile en esta región.