Este laboratorio de la naturaleza se logró gracias a un gran trabajo colaborativo, siendo construido con materiales reciclados por los mismos estudiantes.
En su cumpleaños número 94, la comunidad educativa Rural Las Quemas celebró la instancia inaugurando un nuevo invernadero elaborado con materiales reciclados y la colaboración de diversos actores, logrando una estructura de 60 metros cuadrados basado en el concepto de economía circular.
“Creo que lo más importante de todo esto es que aquí se abre un nuevo espacio de aprendizaje para los estudiantes, es un aprendizaje práctico, y eso sobrepasa todo lo que pudiéramos nosotros planificar mientras sea su uso de carácter pedagógico, la escuela esta para formar dentro del establecimiento, desde que llega hasta que se va. Muchas gracias a todos quienes se involucraron en esto, estamos muy contentos de concretar esta idea que era una aspiración del Centro de Estudiantes y el Centro de Padres y Apoderados”, expresó Juan Manuel Goméz Cabrera, director del Liceo Rural Las Quemas.
Además, el liceo celebró sus más de nueve décadas con un acto artístico cultural en donde participaron todos los niveles con el apoyo de sus docentes, asistentes de la educación y apoderados. Al finalizar este acto, la comunidad educativa se dirigió al invernadero para proceder a su inauguración, en donde Caupolicán Barría, coordinador de Educación Ambiental Daem, indicó que “este fue un sueño del establecimiento en poder recuperar un espacio casi perdido, un espacio natural cubierto de ramas y plantas, así que nos dimos a la tarea de limpiar el terreno y pensamos en un invernadero factible de realizar con cosas reciclables accesibles en el establecimiento, como las ventanas que salieron de un recambio en infraestructura y los ecoladrillos. Esto es muy importante para el proyecto educativo del establecimiento que esta en el sistema de certificación ambiental, es un lindo laboratorio de la naturaleza en donde los alumnos van a poder estudiar y conocer, con esto ponemos un granito de arena en lo que es la contención del cambio climático, la juventud y los docentes tienen que saber que el cambio climático esta con nosotros y debemos tener una red alimenticia. Estamos muy contentos de inaugurar esto con todos los invitados presentes”.
El invernadero ha sido construido con material reutilizado que incluye ventanas de Alerce del mismo establecimiento y ecoladrillos fabricados por los propios estudiantes. En cuanto al policarbonato de la cubierta, se obtuvo de un trueque con el Liceo Piedra Azul. Este laboratorio de la naturaleza fue sembrado y fertilizado con guano de la zona e incluye en su superficie, árboles frutales, camas de cultivo, compostera y vermicompostaje, además de siembra al exterior de tubérculos, plantas ornamentales y un huerto medicinal. Tomás Miller, estudiante de 6° básico del liceo, explicó que “podemos ver caléndulas, rosas, frutillas.. Participé en el compost y lo que más me gusta es que podemos aprender de la agricultura, plantas y alimentos que comemos día a día, esto puede ayudar a mucha gente”.
Todo esto es parte del trabajo colaborativo gestionado y construido por los encargados de educación ambiental con apoyo de los diferentes departamentos de la municipalidad como DIMAO, Aseo y ornato, DIDECO y delegación Rural El Tepual, incluyendo también la cosmovisión Mapuche-Huilliche a través de EIB y la participación local del centro de padres y apoderados.