Pronto saldrá el sol, hará calor y las personas querrán preparar sus pies para las sandalias; en especial las mujeres quienes desearán embellecer pies y uñas, eliminando durezas y esmaltando uñas en centros estéticos, pero ¿en qué medidas sanitarias debemos fijarnos para cuidar nuestra salud podal?.
La jefa de carrera de Técnico en Podología Clínica de Santo Tomás, Mónica Gutiérrez, explica que “primero hay que diferenciar la podología clínica de la pedicura o mal llamada podología estética, porque esta última es embellecer los pies y la podología clínica trata la educación y promoción de salud y el tratamiento de patologías específicas”.
“Una de las diferencias más importantes es que en la podología clínica utilizamos material estéril, un set por paciente, sin reutilizar ningún elemento y en los centros estéticos no se hace, ya que no tienen la resolución técnica superior para utilizar material estéril”, explica.
Otro factor en el que debemos fijarnos es que en el centro donde nos atendamos, las especialistas utilicen barreras de protección, o elementos de protección personal (EPP) que permitan disminuir la posibilidad de generar contaminación cruzada.
“Los técnicos en podología clínica usan 6 elementos de protección personal: cofia, mascarilla, guantes, pechera, cubre calzado, máscara facial y uniforme; en el caso de los centros estéticos por norma Covid se usa mascarilla y, dependiendo del lugar, se utilizan guantes. Sin embargo, el uso de EPP es importante porque protegemos al paciente de agentes infecciosos y prevenimos el traspaso de infecciones micóticas, por ejemplo, a quien lo atiende”, enfatiza la académica.
Según la especialista, si por ejemplo la persona tiene una herida en el pie y quién lo atiende no está con elementos de protección personal y su material no es estéril, se está exponiendo a contaminación cruzada o incluso a una infección.
“Si al hacerte la manicure tú ves el polvillo en suspensión, imagínate lo que pasa al trabajar los pies. Los receptáculos de agua son estándar y si todos ocupan el mismo, la micosis está en un ambiente de proliferación. La luz ultravioleta y los desinfectantes no son suficientes para eliminar la amenaza. Por eso la importancia de trabajar con material estéril”, resalta Mónica.
Finalmente, la académica reitera que “nosotras, como usuarias, debemos velar también por nuestra seguridad y elegir lugares establecidos para realizar procedimientos estéticos, sin olvidar que la podología clínica es para todos, no sólo para quienes tienen una patología, ya que se atiende desde bebés hasta adultos mayores con énfasis en el cuidado de sus pies”, puntualiza.