IDC – Generar confianza digital con los clientes es clave para el éxito empresarial
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El tamaño de mercado de ciberseguridad en Chile es de USD 282 millones de dólares para el 2022 y con tasas de crecimiento de 10,5 % anual de cara al 2024.
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44,8% de las empresas latinoamericanas tienen una sola persona dedicada a tiempo completo a la seguridad informática.
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54% de las aplicaciones utilizadas por organizaciones chilenas son heredadas y requieren ser actualizadas con mayor seguridad.
Dar prioridad a las inversiones en ciberseguridad no sólo es esencial para proteger a las empresas contra los ataques, sino que también tiene mucho sentido desde el punto de vista comercial, ya que los consumidores prefieren marcas en las que puedan confiar para proteger sus datos personales, según la principal firma mundial de inteligencia de mercado, servicios de consultoría, y eventos para los mercados TIC, IDC.
La pandemia del COVID-19 provocó un rápido aumento del comercio electrónico y cambios en el comportamiento de compra. Los consumidores se han vuelto más conocedores del mundo digital y priorizan cada vez más no sólo el precio, sino una buena experiencia de cliente. Por ejemplo, alrededor del 50% de los consumidores abandona una página web si tarda más de dos segundos en cargarse, según reveló IDC durante el IT Cybersecurity Roadshow Chile sobre ciberseguridad informática.
Las empresas están acelerando su transformación digital y migrando el hardware, el software y las aplicaciones a la nube para seguir el ritmo del cambio. Pero esto también está creando más vulnerabilidades y oportunidades para los ciberdelincuentes. Con más personal trabajando de forma remota o híbrida, se necesitan más inversiones para asegurar las redes sobre las que los empleados están accediendo a los datos corporativos.
«IDC estima que el tamaño de mercado de ciberseguridad en Chile en 2022 es de USD 282 millones de dólares, y esperamos una tasa de crecimiento anual de 10,5% de cara a 2024. Pero se trata de una adopción aún lenta dada la gravedad de la amenaza que se enfrenta», dijo José Ignacio Díaz, analista senior de Telecomunicaciones de IDC Chile, agregando que la cantidad de ataques están aumentando tanto en cantidad como en sofisticación.
«A pesar del aumento de los volúmenes y la sofisticación de los datos que las organizaciones tienen que gestionar, el 44,8% de las empresas latinoamericanas todavía tienen una sola persona dedicada a tiempo completo a la seguridad informática. Además, el 54% de las aplicaciones que actualmente utilizan las organizaciones chilenas son heredadas y requieren ser actualizadas con mayor seguridad», agregó Díaz.
Una de las mayores amenazas para las organizaciones en la actualidad es el ransomware, un software malicioso diseñado para bloquear el acceso a un sistema informático hasta que se pague una suma de dinero. Es tal el nivel de daño que puede causar a la reputación de una empresa y a su producción, que el 75% de las organizaciones pagan el rescate (a menudo en criptomonedas), según estimaciones de IDC. Aun así, el 11% de las que pagan, no recuperan totalmente sus datos.
Es más, de acuerdo con IDC, en 2022, se espera que alrededor del 83% de las empresas tarden al menos un día en recuperar los datos cifrados debido al ransomware y el 35% de las empresas tarden más de una semana.
La seguridad como servicio
Los sistemas e infraestructuras informáticos modernos corren el riesgo diario de sufrir amenazas internas, externas, accidentales y maliciosas. Además, los consumidores se están volviendo furiosamente protectores de la privacidad de sus datos, y si no se puede asegurar a los usuarios que se toma la seguridad en serio, elegirán otra marca que sí lo haga.
«La ciberseguridad se ha convertido en un factor clave para mejorar la satisfacción de los clientes, ya que ganarse su confianza es también una oportunidad para reforzar la fidelidad a la marca y asegurar un mayor consumo. Esto es decisivo para el éxito del negocio ante la fuerte competencia y para mantener a las empresas relevantes en un mercado ágil, cambiante y resistente», afirma Pilar Cornejo, analista senior de Software Empresarial de IDC Chile.
Dado que hay tanto en juego y a menudo no hay recursos suficientes para emplear a más personal que supervise y actualice constantemente la protección de la seguridad, el modelo en la nube de Protección de Datos como Servicio (DPaaS) ha surgido como prácticamente una necesidad para las empresas. DPaaS es, en realidad, tres servicios en uno solo: Respaldo como Servicio (BaaS), Recuperación de Desastres como Servicio (DRaaS) y Almacenamiento como Servicio (STaaS).
Las ventajas de este modelo son: la reducción de los costos recurrentes -que se requieren en un modelo tradicional de seguridad informática- para mantener y respaldar los datos internamente, ya que los suscriptores de DPaaS pagan por el servicio según lo necesiten; los archivos, las bases de datos y las aplicaciones se respaldan de forma regular y automática, lo que significa que en caso de ataque o desastre, las empresas pueden mantener la continuidad operativa.
IDC prevé que el gasto mundial en DPaaS alcance los 10.500 millones de dólares, un 9,2% más que en 2019, y que aumente hasta los 18.400 millones de dólares en 2025, una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de cinco años del 19,1%.
Construir una estrategia de ciberseguridad
América Latina está experimentando una ola de innovación con muchas nuevas empresas concentrándose en la creación de buenas experiencias digitales para el consumidor. Con eso en mente, garantizar la protección de datos y generar confianza en el consumidor se ha convertido en el punto de partida para el éxito de cualquier negocio.
A medida que las empresas continúan con su transformación digital y construyen estrategias de ciberseguridad se recomienda tener en cuenta una serie de elementos:
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Proteger las identidades digitales – Las empresas deben tomar medidas para proteger las identidades digitales de sus clientes, incluidos los nombres de usuario, las contraseñas y el historial de búsquedas y compras.
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Asegurar las aplicaciones – Con la creciente popularidad de las aplicaciones web sobre las aplicaciones nativas debido a su potencial para ofrecer una experiencia de usuario más inmersiva, un mayor compromiso del cliente y mejores tasas de conversión, las empresas deben centrarse en añadir más niveles de seguridad a las aplicaciones.
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Protección de datos – Los datos son el nuevo petróleo y son clave para la transformación digital de cualquier empresa. El reto del futuro es ser capaz de proteger sin comprometer la usabilidad o las experiencias de los clientes.
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Gobernanza de los datos – Las empresas deben contar con políticas de seguridad estrictas y asegurarse de que los empleados están capacitados para tomar todas las medidas para proteger a la organización de los ataques.
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Automatización – Dos de cada tres organizaciones creen que los procesos automatizados pueden ayudar a identificar y responder a las violaciones de seguridad más rápidamente que los humanos.